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Un chico de 15 años asesinó de un balazo a otro de 18 en La Tablada

Written By Charles Francis on 10 abril 2010 | 21:21

Familiares y vecinos de Diego Gómez frente a la casa donde ocurrió el homicidio la tarde del jueves. Para ellos, el crimen no tiene nada que ver con el submundo de las drogas que habita el barrio.
Las calles del barrio La Tablada fueron escenario de una nueva historia de nombres que se entrecruzan con la vida y la muerte. Fue el jueves por la noche, cuando asesinaron de un balazo por la espalda a Diego Matías Gómez, de 18 años. Toti, como lo conocían en el barrio, había salido el pasado 30 de marzo del Instituto de Rehabilitación del Adolescente Rosario (Irar), donde estuvo preso como principal acusado en el homicidio de María Simona Benegas, una mujer acribillada a balazos el 30 de diciembre de 2008 en 24 de Septiembre y Necochea. Sin embargo, los allegados del pibe muerto, aseguraron ayer que salió libre por falta de pruebas y, que el crimen no tiene nada que ver con aquel hecho. Alguien le jugó una mala pasada por problemas personales y eso le costó la vida, aseguraron.

Respecto del asesino de Toti Gómez, los investigadores sostuvieron ayer que se trata de un pibe de 15 años llamado Brian, vecino de la víctima y reconocido en el barrio como La Base. Acerca del motivo del homicidio, en La Tablada todos apuntan a un mero problema de convivencia entre los muchachos. “Fue un problema entre pibes. El drama es que uno llevaba una pistola calibre 22 en la mano”, explicó sin demasiados rodeos una fuente allegada a la pesquisa.

Tierra de mortajas. “Ustedes preguntan mucho. Parecen de (la brigada de) Investigaciones. Aca las cosas son como son y punto. Y no hay que andar generando más quilombo porque los familiares saben qué es lo que tienen que hacer y acá hay que seguir viviendo”, dijo uno de los vecinos de Chacabuco al 4100, escenario del crimen. El hombre, con una simpleza digna de asombro y una frialdad preocupante para aquellos que creen que “vivir y morir es indiferente”, marcó así el punto final a una charla del cronista con dos primas de la víctima y su ex novia, todas adolescente menores de 15 años, en la vereda de la humilde casa celeste donde cayó mortalmente herido Toti Gómez.

La historia de Toti y las palabras de los vecinos sirven, al menos, para tratar de imaginarse cómo vive el día a día una parte de los adolescentes en La Tablada, un barrio ya estigmatizado por la violencia, la droga y la muerte.

A los 18 años, Diego estaba en conflicto con la ley penal. Su ingreso a ese sistema quedó registrado el 30 de enero de 2007 cuando tuvo su primera mancha prontuarial: una tentativa de robo. Hasta el momento, dijeron fuentes policiales, acumulaba 16 antecedentes y desde hacía nueve días había vuelto a la calle tras ser liberado del Irar en el marco de la investigación del homicidio de Benegas, causa a cargo del juzgado de Menores número 2.

Hasta que salió de atrás de las rejas, Toti estuvo de novio con Micaela, una piba de 15 años que ayer, junto con las dos primas de la víctima, se atribuía ser “la novia oficial” del muchacho asesinado. “La piba que estaba con mi primo —una muchachita de 13 años— era su novia desde hace sólo dos días. Y cuando lo mataron se tomó el palo (se fue)”, explicó una de las familiares de Diego.

En tanto, Micaela, contenida por sus amigas y sin derramar una lágrima, contó que había llegado a las 20.15 del jueves hasta la casa de Gómez para contarle que estaba embarazada de él, pero entonces se topó con la amarga noticia de que lo habían llevado moribundo al hospital Roque Sáenz Peña y que ahora deberá esperar sola la llegada del bebé.

El final. Los últimos días de su vida, Toti los vivió en la casa de su tía Graciela, junto a sus primas y su nueva compañera, una nena de 13 años. Su madre vive en barrio La Paloma, en Salvá al 6700, y su papá en Ayacucho al 6500, dijeron los familiares. En este último domicilio, contaron algunos conocidos de Toti, su cuerpo iba a ser velado ayer.

Pero fue en la vereda de tierra de una casa humilde, pintada de celeste, en Chacabuco al 4100, donde lo hirieron mortalmente. “Todo pasó a las 19.30 de ayer. Es seguro, porque estábamos mirando en la tele Niní —la comedía juvenil que se ve por Canal 5—. Escuchamos un sólo tiro. Cuando salimos vimos a Diego que sólo decía: «Me pegaron, fue Brian» y cayó al suelo. No le salía sangre de la herida”, recordó una de las primas.

Gómez recibió el balazo en el hemitórax izquierdo y sus familiares lo cargaron lo más rápido que pudieron en un taxi para llevarlo al hospital Roque Sáenz Peña. Sin embargo, su vida se apagó en el camino.

Costumbre. “Escuché un sólo disparo que sonó como un cuete. Un cliente entró y me dijo: «Cerrá todo que andan a los tiros». Cerré, pero no ví nada”, aportó una comerciante de la cuadra.

En tanto, la familia del pibe asesinado contó que Brian, quien caminaba con su novia al momento del hecho, llegó hasta la casa de la tía de Toti y lo sorprendió cuando estaba de espalda. En el lugar la policía secuestró una sola vaina servida de calibre 22. “La policía vino, nos preguntó varias cosas y sin embargo Brian todavía anda dando vueltas por el barrio. ¿Qué tenemos que hacer nosotros?”, dijo indignada una de las primas de Toti Gómez apoyada por algunas mujeres de la cuadra.

El por qué de la agresión al adolescente tenía en el barrio varias hipótesis. La que más resonaba era que Brian baleó a Gómez porque tenía problemas con uno de sus amigos. “Acá te pueden dar un tiro porque sos amigo de alguien que ellos no quieren”, explicó una vecina. También desmintieron que tanto Brian como Gómez hubieran compartido un tiempo de detención en el Irar.

Brian vive junto a su madre a dos cuadras de la casa donde cayó herido Gómez. Lo que sí quedó claro es que todos separaron esta muerte con cualquier problema en el submundo de la venta de drogas en el barrio, un tema que ya se cobró varias vidas en la zona sur de la ciudad. El crimen de Gómez es investigado por la comisaría 16ª y la sección Homicidios de la policía rosarina.

Por Leo Graciarena / La Capital

Un claro día de justicia

El dictamen posee dos dimensiones. Una de ellas reparatoria, porque advierte que el daño causado no ha quedado impune. La otra, pedagógica, porque envía señales hacia el mañana: advierte que

Mi Barrio Pichincha

Written By Charles Francis on 09 abril 2010 | 18:27

Pichincha, por definición: Barrio Pichincha se denomina al territorio comprendido por las calles Tucumán, Suipacha, Francia y el Río Paraná de la ciudad de Rosario,  Santa Fe, Argentina. Considerado un barrio de culto, con enorme pasado prostibulario, es  uno de los barrios más emblemáticos de la ciudad de Rosario, e inmensamente popular en el resto de la república e incluso de Sudamérica y Europa.
Rico en anécdotas, personajes e historias, es depositario de miles de historias de vida cotidianas, donde la prostitución, el rufianismo, la mala vida, trata de blancas. Muchas de ellas estarán glosadas en este mismo sitio, otras lamentablemente quedarán en el olvido.

Tomando su nombre de la célebre batalla por la independencia, también fue conocido como Rosario Norte, en referencia al nuevo nombre a la estación de trenes emplazada en el barrio; o como Barrio Sunchales derivado del antiguo nombre de esa misma Terminal ferroviaria. Actualmente, en homenaje a uno de sus mayores «próceres» se lo llama denomina Alberto Olmedo. No obstante, Barrio Pichincha es como se lo conoce habitual y cotidianamente.

Pichincha, el pasado:
En el siglo XIX, la instalación del ferrocarril y el crecimiento de la actividad portuaria debido a la exportación de productos agrícolas, fueron hechos fundamentales para la formación del barrio Pichincha. El desarrollo demográfico que experimentaba la ciudad, la proximidad a la estación de trenes y la cercanía al puerto de rosario fueron los factores que propiciaron la instalación de prostíbulos en toda la ciudad. Muchos funcionaban de forma clandestina, y pese a los intentos de control de la Municipalidad, el destino del barrio ya estaba marcado.

Así, la prostitución, las casas de citas, los «quilombos», la trata de blancas, burdeles, preingundines los rufianes, madamas, trabajadoras sexuales, cafés con camareras fueron proliferando de manera acelerada. Los había de todo tipo, para gente de clase media baja en donde por un peso podía encontrar los placeres carnales, o para elegantes hombres de negocios o de distinguidas familias que desembolsando una suma mayor podía disfrutar de una señorita francesa o polaca. Lugares como el Madame Safo, Petit Trianon, Chantecler, entre otros, dejaron una indeleble marca en el barrio.

Pichincha, la decadencia.
Tras la decadencia de la prostitución allá por 1930, el barrio fue abandonando su pasado prostibulario para transformarse en uno ferroviario, donde proliferaron los hoteles al paso, bares y restaurantes que aprovechaban la Estación de Trenes cercana para hacer su negocio. Lentamente se fue convirtiendo en un barrio de vivienda, en el macrocentro rosarino, donde el día a día y la monotonía no lo distinguían de ningún otro.

Ya por la década del 90, cuando el tren dejó de pasar por la Estación Rosario Norte, el barrio iba llegando a su decadencia. Numerosos comercios vieron mermados sus ingresos, los hoteles fueron desapareciendo, los bares al paso fueron cerrando envolviendo al barrio en un cono de sombra e incertidumbre sobre su futuro. Solo sus anécdotas e historias se conservaban del pasado, y perduraban a través de sus ídolos.

Pichincha; presente y futuro:
Con impulso de la Municipalidad de Rosario y de la mano del nuevo boom inmobiliario, el siglo XXI llegó con aires de renovación al barrio. Aprovechando que el barrio que conserva gran parte de su estructura edilicia tradicional, y el espíritu prostibulario de la zona, se han instalado mercado de artesanías, mercado retro en el que se venden y exponen objetos de antaño de diversos tipos, logrando la proliferación de comercios dedicados a la venta y restauración de antigüedades. También se ha mudado la secretaría de Cultura de la Municipalidad.

Además se asientan en las calles del barrio boliches, peñas, discotecas y bares donde los jóvenes escuchan música, asisten a recitales u organizan fiestas, concentrando gran parte de la movida nocturna de la ciudad de Rosario; aunque en mas de una ocasión causa insomnio y malestar entre sus vecinos.

Con la reciente sanción de la Ordenanza Plan Especial Pichincha, el futuro del barrio es agitado e incierto a la vez. La limitación en las alturas de los edificios, la preservación de edificios considerados de valor cultural e histórico, junto a la proliferación de locales bailables, bares y boliches nocturnos y la cercanía a un megaproyecto inmobiliario hacen del barrio un futuro incierto. Muchos sectores pujan defendiendo sus intereses y el debate está abierto.
Blog Pichincha

Cuando a El Paraíso lo llamaban Madame Safó

Written By Charles Francis on 08 abril 2010 | 5:09

El nombre del prostíbulo más famoso de la ciudad —entre 1914 y 1933— no era en realidad Madame Safo sino El Paraíso, según consigna la historiadora María Luisa
Múgica en Señales el domingo 13 del corriente. La afirmación es el resultado de una minuciosa búsqueda realizada en dependencias municipales y tras la revisión —afirma— de unos 12 mil expedientes en el Archivo de Investigaciones de la sección Moralidad Pública de la policía de Rosario.

De ello se desprende que el permiso de edificación del prostíbulo data del 18 de junio de 1914 y que su propietario era el francés Albert Maury, quien lo fue por lo menos hasta 1928. La profesora Múgica afirma que en más de una oportunidad se sindicó como propietarios a los hermanos Pedro y Antonio Malatesta (confundiéndolo con Francisco). En realidad, Francisco Malatesta, de nacionalidad francesa, era el gerente o encargado del Hotel París, sito en Santiago 1669, donde también vivía su hermano. El Hotel París pertenecía también a Albert Maury.

La primera mención de Francisco Malatesta como propietario del Madame Safo fue hecha por el entonces ya ex comisario Sabatino Paletta en Prostitución y rufianismo,  que escribimos con Héctor Nicolás Zinni siendo ambos periodistas de la revista Boom: "Yo detuve al dueño del Madame Safo, que se llamaba Francisco Malatesta, alias Buffalo Bill".
El testimonio de Paletta confirma que, como señala Múgica, Francisco Malatesta desapareció de la ciudad, pero no mágicamente sino de la mano de la policía al producirse las grandes razzias en Rosario con motivo del pedido de captura de rufianes y tratantes emitido por la Policía Federal como consecuencia del escándalo provocado por las denuncias de Raquel Liberman, una ex prostituta, contra la Zwi Migdal. Otro de los testimonios recogidos en el mismo libro, el de Ricardo Sequalino, cuyo oficio lo llevó muchas veces al Madame Safo, insistía: "Me acuerdo que instalé ahí una estufa subterránea. El dueño era Malatesta..."

Estos testimonios coinciden en asegurar que Francisco Malatesta (todo ello sin perjuicio de la veracidad de los datos aportados por Múgica) tuvo junto a su mujer una vinculación cierta también con el famoso prostíbulo de Pichincha 68 bis, lo que no suena extraño si se recuerda que Albert Maury era dueño tanto del Madame Safo como del Hotel París y que ambos eran connacionales.

Una nueva lectura de los 12 mil expedientes o algunos más permitirá a la profesora Múgica hallar la documentación referida a la detención de Malatesta por la comisión policial cuya integración detallara minuciosamente Paletta, y a su condición o no de propietario por entonces (1933) del Madame Safo o El Paraíso.

Siguiendo con el hallazgo del verdadero e inicial nombre del prostíbulo, María Luisa Múgica consigna: "Sin embargo, operaciones de memoria periodística de los años 70, sin duda meritorias, renominaron el lugar como Madame Safo o Sapho. Sin embargo, rara vez en la documentación policial y de la época aparece así mencionado". La referencia alude a Prostitución y rufianismo (1974), reconocido como la primera investigación sobre la "mala vida" en Rosario, en especial sobre el barrio Pichincha e incluido en bibliografías de historiadoras prestigiosas como Yvette Trochon, Donna Guy o la propia profesora Múgica.

Para aquel entonces (la búsqueda de datos y testimonios se realizó entre 1969 y 1972), los autores de Prostitución y rufianismo no dimos con documentos donde se mencionara a El Paraíso pero sí en cambio con cantidad de noticias periodísticas en los diarios rosarinos de 1900 a 1935 y con testimonios literarios y personales que mencionaban en forma unánime al prostíbulo de Pichincha 68 bis como Madame Safo o Safó. Entre esos testimonios se contaron los de ex funcionarios policiales de aquel período, que lo mencionaban del mismo modo. Como lo hicieron por lo demás todos los entrevistados que habían conocido o concurrido a lo que algún exagerado llamó "templo del placer".

En rigor de verdad, no renominamos al lugar como afirma la profesora Múgica: lo mencionamos sin arbitrariedad como lo nombraban en los diarios, como lo hicieron escritores como Roger Plá o Raúl Gardelli y como lo recordaban los contemporáneos de su apogeo. La búsqueda, la idoneidad y la paciencia de María Luisa Múgica ha desenterrado en buena hora la verdadera nomenclatura del famoso prostíbulo, aunque será muy difícil que El Paraíso reemplace en el imaginario colectivo el nombre con el que mencionaron varias generaciones, sobre todo masculinas, para las que el Madame Safo debe haber sido sin duda un paraíso...

Osvaldo Aguirre lo designa de ese modo en La Capital el 5 de junio de 2005 y la propia Múgica hace lo propio en el mismo diario el 10 de julio del mismo año. Seguramente por desconocer ambos (como nosotros en 1970) que en realidad estaban renominando ellos también a El Paraíso.

Por último la calificación de "operaciones de memorias periodísticas de los años 70 "(suavizada no mucho al conceder: "sin duda meritorias") que Múgica aplica a Prostitución y rufianismo es injusta respecto de un trabajo que realizamos con la mayor seriedad sobre un tema al que ningún historiador había dedicado hasta entonces su interés. Tal vez "investigación periodística" hubiera sido una definición más cercana a la verdad. La calificación aparece además contaminada por ese tufillo despreciativo que los historiadores académicos destilan cuando se refieren a trabajos que no provienen de ese círculo y la palabra operaciones (vinculada hoy tanto a la política como al periodismo) es asociada por el público a oscuros manejos o a tergiversaciones tendenciosas. De ambas cosas tanto el entrañable Héctor Nicolás Zinni como yo siempre estuvimos muy lejos.

Todo ello más allá de que la expresión "operaciones de memorias periodísticas de los años 70" aparezca a todas luces como un galimatías, aun para lectores avisados...

En una nota publicada el domingo pasado, María Luisa Múgica revisó la historia del célebre burdel de Pichincha. Aquí se responden algunas de sus afirmaciones
rafael ielpi
Interiores. Un detalle del actual Hotel Ideal, donde funcionó el burdel.

Historias urbanas: Glorioso asfalto primavera

Written By Charles Francis on 07 abril 2010 | 23:40

Cortada Primavera
Despertar al sonido estridente de las primeras horas del día era ya una costumbre nada agradable. Sabía perfectamente que las siguientes horas de la mañana iban a ser pesadas, plagadas de obligaciones sin sentido. Nada me hacía sufrir tanto como la terrible lentitud de la mañana. Lo único que me hacía dar cuenta de que estaba vivo eran esos mezquinos minutos de tiempo que nos dejaban entre hora y hora y que me permitían asomar apenas una pizca de mí mismo, un verdadero partícipe de esa danza maravillosa que los hombres llaman fútbol. Claro que no era lo mismo jugar al fútbol en esa pseudocárcel que en mi reinado, ahí donde no existían límites de tiempo.

Al mediodía comenzaba todo. En el carro ruidoso que me devolvía a mi castillo viajaba siempre con mi Gente de Confianza y antes de descender, en las inmediaciones, si veía a algunos de mis colaboradores, era obligatorio darles a los gritos las instrucciones precisas sobre mis acciones luego de la hora del almuerzo.

Habiendo cumplido con mis responsabilidades protocolares, a la hora predeterminada me reunía con toda la legión en el campo de entrenamiento al que llamábamos “El Glorioso Asfalto Primavera”, que sábado por medio se convertía en campo de batalla, el cual se debía defender con la vida misma si era necesario frente a los “Villanos de Coffeen” del reino vecino.

Allí nos especializábamos cada vez más en el bello arte del fútbol, el cual era la fuente más grande de honor y dicha o de vergüenza y dolor según lo dictaran las caras del destino. Mi tarea, como Rey, era la de llevar adelante a todo el grupo de guerreros, idear las estrategias de ataque correspondientes, asignar puestos dentro del campo pero por encima de todas las cosas hacer que cada uno se sintiera orgulloso por defender nuestra tierra y nuestro orgullo. Pero un día todo cambió… una nube densa de incertidumbre y duda derrumbó todo ese inmenso universo… me destituyeron como Rey y obligaron mi extradición a otras tierras… no podía entender lo que pasaba, me sacaban a la fuerza de mi lugar y me llevaban a donde no era nadie…

Con el tiempo me fui acostumbrando y el mismo tiempo, más que nunca, cumplió su obligada tarea de promover el olvido y eso es lo que me produjo, el olvido mismo…

Muchos años más tarde, volviendo en bicicleta de la cede del Club Atlético Provincial a mi casa de San Luis e Iriondo, pasé por una casita que quedaba en Av. Francia y la cortada Primavera, me resultaba conocida y desconocida a la vez

. Detengo mi marcha, cierro los ojos y empiezo a recordar lentamente y me doy cuenta de que esa casita era mi antiguo castillo, que la cortada era mi campo de batalla, “El Glorioso Asfalto Primavera”. Ahora empezaba a darme cuenta de la “realidad” de las cosas: la pseudocárcel era la escuela, el carro ruidoso era el Fiat 128 Iava de mi viejo, mi gente de confianza eran mis tres hermanos, mis colaboradores eran mis amigos y lo que hacíamos los sábados era jugar un “simple partido de fútbol” contra los chicos de la cortada Coffeen. Además comprendí que no me habían quitado el honor de ser Rey porque nunca lo había sido y que la extradición fue la necesidad de mis padres de mudarnos de casa por falta de espacio.

En fin… la memoria condena el olvido con un baldazo de realidad…

Matias Formia

Atrapado

Recapturaron a un evadido de la Alcaidía mayor
08/04/2010 08:43

La Historia de Empalme Graneros

‘EMPALME (A) GRANEROS’ (1890 a 1970)
 Prólogo por Lic. Hilda J. Capitano (...)

‘EMPALME (A) GRANEROS’ (1890 a 1970)
Análisis comparativo con otro barrio. (...)

‘EMPALME (A) GRANEROS’ (1890 a 1970)
Un factor determinante: el Arroyo Ludueña. (...)

‘EMPALME (A) GRANEROS’ (1890 a 1970)
 Su desarrollo económico. (...)
‘EMPALME (A) GRANEROS’ (1890 a 1970)
Población y características étnicas (...)
‘EMPALME (A) GRANEROS’ (1890 a 1970)
 Perfil cultural: oficios y actividades particulares. (...)
‘EMPALME (A) GRANEROS’ (1890 a 1970)
Otras ocupaciones de principios de siglo. (...)
‘EMPALME (A) GRANEROS’ (1890 a 1970
Panorama socio-cultural (...)
‘EMPALME (A) GRANEROS’ (1890 a 1970)
 Un hecho a destacar (...)
‘EMPALME (A) GRANEROS’ (1890 a 1970)
La salud (...)
Los Orígenes De Una Ciudad Dentro De Rosario.
El inicio de la conformación de los barrios de Rosario (...)
En 1933 se funda la primera vecinal de Rosario ubicada en calle Juan José Paso 2490. La Vecinal de Empalme (...) (...)

Jorge Riestra

Written By Charles Francis on 06 abril 2010 | 21:00

El Paraná vio crecer a Rosario: aldea en 1770, villa en 1823, ciudad en 1852. Y Rosario vio muchas veces como el Paraná crecía, se encabritaba, se desbordaba -muelles de madera arrasados, islas flotantes  camino del Plata-.
En Rosario nací, en una calle de barrio, a diez cuadras del río, a diez del centro, a diez del parque.
Aquí empecé a escribir -doce o trece años y ya en una mesa, una silla y una ventana-.
En 1948, mi primera obra; en 1956, mi primera novela.
La docencia como "segundo oficio", y siempre escribiendo, queriendo escribir, descubriendo, intentando descubrir.
La noche como sitio y vivir, mirar, oír.
De visual, a auditivo. Trabajo la cantera del habla.
En 1963 se me otorgó el premio trienal "Carlos Alberto Leumann", y en 1988, por "El Opus", el Primer Premio Nacional de Literatura.
Algunas de mis obras: "El Espantapájaros" (1950), "Salón de billares" (1960), "El taco de ébano" (1962), "La ciudad de la torre Eiffel" (1963), "A vuelo de pájaro" (1972), "El Opus" (1968), "La historia del caballo de oros" (1992).
Jorge Riestra.

N del E: Mi más profundo agradecimiento al Sr. Jorge Riestra, quien muy amablemente me atendió y me brindó esta información para ser publicada.

Este famoso escritor rosarino, logró conmoverme con estas líneas que escribió especialmente para esta publicación, no sé si por su simpleza y elocuencia, o por el enorme sentimiento que expresaba en sus palabras.

Angel Guido (Arquitecto)

Fue uno de los hijos más meritorios de Rosario, en donde viera la luz en 1896, en un hogar tradicionalmente inclinado a las bellas artes. 
Su nombre quedará unido permanentemente a la ciudad por ser el autor principal de una de las maravillas arquitectónicas contemporáneas: el Monumento Nacional a la Bandera de la Patria.

Angel Guido cursó sus estudios en la Universidad de Córdoba graduándose como ingeniero civil en 1920 y como arquitecto en 1921.
Desde ese momento su obra fue muy intensa, sostenida por su probada ductilidad artística, tanto en la docencia superior y universitaria como en sus múltiples facetas literarias, además de la de conferenciante munido de vasta erudición.

Apenas creada la Universidad Nacional del Litoral fue designado profesor de historia de la arquitectura y de otras asignaturas.
De su labor en la cátedra perdura el buen recuerdo.

En 1948 fue nombrado rector de la Universidad Nacional del Litoral, cargo que dejó dos años después.
Entre los muchos trabajos que Guido dejó en el campo de la arquitectura está la elaboración de los planos reguladores de Rosario, Mar del Plata, Salta, Tucumán, el proyecto de la Ciudad Universitaria de nuestra ciudad además de otras obras importantes.

Asimismo se le debe el proyecto premiado del Monumento a la Batalla de San Lorenzo, de alta calidad artística en su límpida y moderna concepción.

Como escritor se dio a conocer como poeta en 1922, pero pronto dejó esa modalidad para ceñirse a la prosa en la que produjo ensayos muy meritorios que van desde la Fusión hispanoindígena en la arquitectura colonial hasta su obra acaso más enjundiosa Redescubrimiento en América del Arte, libro valioso para interpretar los procesos culturales de Hispanoamérica.

Guido, cuyas vinculaciones de pensamiento con Ricardo Rojas, de quien fue amigo, son claras, también estudió el arte mestizo, tanto en sus ensayos sobre el Aleijadinho como en su Influencia indígena en el arte colonial mexicano, que le encomendara el gobierno de México.

Como homenaje a Rosario escribió con el seudónimo de "Onir Asor" una extraña novela simbólica que tituló "La ciudad del puerto petrificado".

Copiosa es también la obra que Guido cumpliera fuera del país ya sea como representante en congresos internacionales de arquitectura como en universidades de América y de Europa. Además integraba numerosas entidades científicas y artísticas del mundo.

Angel Guido mostraba además de su polifacética personalidad, otras virtudes acaso más entrañablemente valiosas: la sencillez, el amor por el terruño, la cordialidad de su trato, el señorío de sus maneras, la consubstanciación con la realidad de las esencias argentinas y americanas, la fe y el optimismo en el futuro del continente, esta tierra eurídica, como solía decir, con el neologismo acuñado por Ricardo Rojas.

Falleció en Rosario, el 29 de mayo de 1960, y sus restos mortales descansan en el cementerio El Salvador, a la vera de la calle mayor.

En el primer aniversario de su muerte sus amigos colocaron en su tumba una placa de bronce, que dice: "Forjador de Belleza, Maestro, Rector, Ingeniero, Arquitecto, Urbanista, Historiador, Redescubridor de América en el Arte, Conferencista, Crítico. Realizó obras de trascendencia continental. Creador del Monumento y Parque nacional a la Bandera".

En verdad Angel Guido fue hijo esclarecido de Rosario.

UNA ANECDOTA SOBRE EL PROYECTO DEL MONUMENTO NACIONAL A LA BANDERA
En una entrevista que le hicieran a Guido en el año 1960, decía: "... que la búsqueda a través de imágenes, escorzos y formas, fue incesante.
Junto con Bustillo trabajamos día y noche para alcanzar el proyecto final cuya Torre y Proa fueron considerados en el concurso de 1940".

Se extendió en pormenores del primer proyecto, salpicados de episodios, en ocasiones risueños y en otras dramáticos, recordando con gratitud y emoción el equipo de técnicos que colaboró en los trabajos.

El proyecto se elaboró en una suerte de taller de construcción precaria, recordando que veinticuatro horas antes de cerrarse el concurso, sobre un plano ya terminado, extendido en el tablero, cayó un ladrillo desprendido de las bovedillas del techo.
Hubo que rehacerlo en horas con las angustias del apurón.
Recordó agradecido a los dibujantes, mostrando preocupación porque no se olvidaran sus nombres.
"Trabajaron con insospechado entusiasmo y recuerdo con afecto los gratos momentos compartidos en el taller.
Me acuerdo de los hermanos Carlos, Carmen y Enrique Rodríguez Dóndiz, Oscar Pujals, Pons Suárez, a los hermanos Eusebio y Manuel Chamorro, Nidia M. González y al arquitecto Roal A. Heit...".

Y así fue relatando acontecimientos desesperantes, dolorosos, amargos, desconocidos, por el público que hoy admira su obra.
Bien podría parafrasearse el gran esfuerzo que realizaron tantos rosarinos casi anónimos, con aquella afirmación de Miguel Angel cuando criticaban o halagaban sus frescos de la Capilla Sixtina: "Todos hablan pero ninguno se da cuenta de cuanta sangre cuesta".

Con justicia debiera repetirse este pensamiento para el caso del Monumento Nacional a la Bandera.

Dirán sus últimas palabras los represores de la causa Guerrieri

El Tribunal Oral Federal 1 de Rosario escuchará este miércoles las últimas palabras de los acusados en el primer juicio oral y público a ex militares imputados de delitos de

Lionel Messi, endiosado en los medios de todo el mundo

"Hay que descubrirse ante Messi y si hace falta arrodillarse. Es el Mesías del Barça. Será cuestión de ampliar el diccionario para inventar nuevos adjetivos para

Rosario y la Mafia - 1° Parte -

A fines de 1910 llegan a la Argentina siete sicilianos que declaran ser cultivadores de olivo. En sus documentos no se registran antecedentes delictivos. Años después los apellidos de estos inmigrantes aparecerán en la crónica policial como mafiosos.

Estos siete italianos que el 12 de diciembre de 1910 se registran en el Hotel de Inmigrantes de Buenos Aires son: José Albarracín, Giuseppe Ambrosetti, Pepe Anchoristi, Luisiano Garccio, Benito Ferrarotti, Felipo Dainotto y Juan Galiffi. Este último llegó a ser el capo máximo de la mafia en Argentina, siendo apodado "Chicho Grande", y fue el padre de la célebre Agata Galiffi.

La mafia local inició sus actividades aparentemente en la década de 1910, dedicándose al cobro de "colaboraciones" entre los comerciantes de origen siciliano, primero, y luego a otros de diversa procedencia. Al poco tiempo se agregó la práctica del secuestro extorsivo y el control del tráfico de verduras.

Es difícil saber cuantas personas se vieron afectadas por el accionar mafioso debido al temor de las víctimas en denunciar a quienes les amenazaban. Además, la policia no contaba con una buena imagen entre la población, que solía considerarla ineficaz y corrupta. Justamente, una de las causas que explicarían la importancia de la mafia en Rosario sería la mala calidad de la policia local.

A partir de 1916 comienzan a aparecer en la prensa rosarina referencias al accionar mafioso. Por ejemplo, se informa del atentado sufrido por el almacenero Félix Rioja en la puerta de su negocio, ubicado en la esquina de 9 de Julio y Rodriguez. Esta zona ser un escenario repetido en la crónica mafiosa local. En la misma, por ejemplo, caerá abatido el periodista Alzogaray y será secuestrado el áuriga Sabater o Zapater. Volviendo al caso del Sr. Rioja, éste habíase negado a pagar una contribución de $5000, que se le exigía en un anónimo, a pesar de las amenazas contra su persona en caso de no abonar aquella suma. En represalia un mafioso en bicicleta le disparó dos tiros de revólver que no dieron en el blanco. Era común que los mafiosos amenazaran también a la familia del potencial contribuyente. Las intimaciones por escrito solían venir acompañadas por puñales, calaveras u otros signos macabros. También era común que aparecieran firmadas por la Mano Negra, sello creado por cualquier mafioso o grupo de ellos para atemorizar a la víctima.

La mafia en sus inicios elegía víctimas de recursos bajos o medios, pero con el correr de los años apuntaría al secuestro de personas de gran fortuna, como Marcelo Martín o Abel Ayerza. En general, los secuestrados recibían buen trato. Los mafiosos no querían dañar a la víctima, puesto que el negocio radicaba en devolverla sana y salva a cambio del rescate exigido. Si la víctima recibía algún daño o era asesinada se perjudicaba la credibilidad mafiosa y la familia del potencial secuestrado no tendría la certeza de volverlo a ver vivo aunque pagase el rescate. La muerte de Abel Ayerza, por ese motivo, perjudicó mucho la imagen de la maffia en tanto organización respetuosa de un cierto trato.

El dinero obtenido por los secuestros se repartía de manera desigual. La mayor parte correspondía al capo de la banda y el resto se repartía entre quienes secuestraban y albergaban a la víctima. Parece que la mafia local no invertía en calidad de organización el dinero obtenido por sus actividades, sino que cada mafioso disponía particularmente de los beneficios.

Era común que se organizaran en el ámbito mafioso "listas de suscripción" para ayudar a algún compañero detenido o perseguido por la policía. Cabe recordar que tales listas de suscripción eran comunes entre los grupos anarquistas o sindicalistas, y solían publicarse en los periódicos obreros. Cada contribuyente aportaba de acuerdo a sus posibilidades. Así, tanto la mafia como las organizaciones proletarias apelaban a la solidaridad. En el caso de la mafia se trataba de una solidaridad entre paisanos mientras que en el de las organizaciones revolucionarias era una solidaridad basada en la clase social o la simpatía ideológica.

Javier Etcheverry.

Raúl Castells

Written By Charles Francis on 05 abril 2010 | 14:32

Raúl Castells (Rosario, Santa Fe, 1950) es un dirigente social y político argentino que lidera el Movimiento Independiente de Jubilados y Desocupados (MIJD), uno de los principales grupos del llamado

Lisandro de la Torre

Lisandro de la Torre (Rosario, Santa Fe, 6 de diciembre de 1868 – Buenos Aires, 5 de enero de 1939) fue un político argentino.
De la Torre se recibió de abogado en 1890, por la Universidad de Buenos Aires.

José Octavio Bordón

José Octavio Bordón. (22 de diciembre de 1945, Rosario). Político argentino. Docente de profesión, fue Diputado Nacional entre los años 1983 y 1987, y senador nacional entre los años 1992-1996.

Rosario y la Mafia - 2° Parte -

El secuestro extorsivo puede dividirse en diferentes aspectos o etapas. Primero, se realizaba la labor de inteligencia para conocer el medio en el cual se movía la víctima. En esta fase se contactaba al entregador, alguien cercano a la víctima y que también solía estar ligado a la organización mafiosa.

María Fiorentino

Written By Charles Francis on 04 abril 2010 | 22:48

DATOS PERSONALES
Nació el 14 de mayo de 1950 en Rosario, provincia de Santa Fe, Argentina.

Rosario y la Mafia - 3° y Ultima Parte -

El secuestro de Marcelo Martin, hijo del principal accionista de la yerbatera Martin & Cía. y ex presidente de la Bolsa de Comercio local, sucedió poco después del caso Ayerza.

HISTORIA DE UNA BANDA

 
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