Lo mataron de 8 balazos en la puerta de su casa

El mediodía del viernes no fue uno más en Tablada. Cerca de las 13 una moto pasó por Chacabuco al 3900 y uno de sus ocupantes disparó varias veces sobre Leandro Miguel Reyes, a quien todos conocían como "Puna". 

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El mediodía del viernes no fue uno más en Tablada. Cerca de las 13 una moto pasó por Chacabuco al 3900 y uno de sus ocupantes disparó varias veces sobre Leandro Miguel Reyes, a quien todos conocían como "Puna". Ocho tiros dieron en su cuerpo: tres en el abdomen, dos en el costado izquierdo del tórax, dos en las piernas y uno le rozó el maxilar izquierdo. El joven fue trasladado por su padre al hospital Roque Sáenz Peña, de donde lo derivaron de urgencia al Hospital de Emergencias. Luego de un fallido intento quirúrgico y tras casi un día de agonía, el muchacho murió ayer al mediodía. Quienes lo mataron fueron identificados por el barrio como "Antony" y "Retutu".

Reyes vivía en el 3927 de Chacabuco desde hace más de 15 años. Allí, junto a su padre y sus hermanos, trabajaba en un microemprendimiento familiar. "Cocinan pizzas, torpedos y hacen comida para afuera. Es rica comida", dijo ayer una vecina del barrio.
El chico era epiléptico y esa enfermedad le provocó un retraso madurativo: "Caminaba más o menos bien, pero hablaba con dificultad, y si uno lo trataba te dabas cuenta de que no era normal. Era un chico buenito, trabajador. Estas balas no fueron para él", sostuvo otra vecina y recordó que un niño de no más de tres años había estado jugando en el lugar dos minutos antes.

En una moto. Según se pudo reconstruir, a las 13 del viernes pasó por Chacabuco una moto Yamaha Cripton roja con dos personas a bordo. "Pasaron una vez, miraron y siguieron. En la puerta de la casa estaban Puna y su padre. Después el chico se quedó en el quiosco que está al lado de la vivienda y el padre entró. Ahí volvió a pasar la moto. Paró un segundo y de arriba «Retutu» le empezó a dar. Tiró muchas veces", dijo un testigo ocasional.

Puna intentó correr hacia un pasillo vecino, uno de los tanto que hay en esa cuadra asfaltada, de veredas irregulares y estrechos ingresos que se pierden hacia el centro de la manzana. El chico apenas hizo tres pasos y cayó en la vereda. El padre salió y lo abrazó. "El chico no se dio cuenta. Se asustó cuando se vio ensangrentado. Le cambió la cara, como de sorpresa la puso, pero se desmayó", contó el mismo testigo.

Al parecer, en el mismo quiosco de venta de bebidas y gaseosas suele estar siempre David "Yolo" M., quien mantiene una vieja disputa con Rodrigo "Retutu" M. y con un tal "Antony", quienes según varios vecinos serían los responsables del crimen.
"La fiscalía no vino ni nos llamó. Es que somos muy pobres, eso es lo que pasa", dijo un familiar del chico ayer a la tarde mientras esperaban su cuerpo para velarlo en una humilde vivienda de Iwanoski y Necochea.