Un médico psiquiatra fue maniatado y asesinado con un tiro en la cabeza

José Luis Vergini tenía 71 años y era titular de una clínica. Violentaron una ventana de la vivienda y le vaciaron una caja fuerte, que estaba empotrada en una pared de la casa.

Pericias. Agentes de la PDI, la comisaría 17ª y el fiscal Florentino Malaponte estuvieron en el lugar del crimen.

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Por Sergio M. Naymark / La Capital 

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Un médico psiquiatra de 71 años fue encontrado el mediodía de ayer maniatado y asesinado de un disparo en la cabeza en su casa de Fisherton, lugar al cual los homicidas accedieron tras violentar una ventana y en el que lograron abrir una pequeña caja fuerte de la cual se llevaron una suma indeterminada de dinero, un par de armas y otros objetos de valor. Mientras el fiscal Florentino Malaponte actuaba en el lugar, dos agentes del Comando Radioeléctrico que custodiaban la vivienda hurtaron una pistola de aire comprimido que escondieron en el móvil a su cargo y terminaron detenidos.

La alarma de la casa de calle La República 8530, donde residía el médico psiquiatra José Luis Vergini, de 71 años, sonó casi toda la noche poniendo de mal humor al tranquilo vecindario. Según reportó la empresa de monitoreo satelital a la policía, desde las 2 de la mañana no obtuvieron respuestas de los teléfonos de contacto que tenían registrado en sus archivos y los móviles policiales comisionados al lugar no observaron nada raro desde el exterior de la vivienda por lo que, como es de protocolo, no ingresaron al lugar.

Triste sorpresa. Pero cuando los hijos del profesional llegaron a la casa parquizada, poco antes del mediodía y alertados por lo que había pasado con la alarma durante la noche y porque su padre no respondía a sus llamados telefónicos, se toparon con que había una ventana del frente de la propiedad que había sido violentada. Y al ingresar hallaron el peor de los cuadros.

Vergini estaba muerto junto a la cama, con sus brazos maniatados a la espalda con un cable y tenía un balazo que le había ingresado por detrás de la oreja derecha quitándole la vida en el acto.

Además, según comentaron los pesquisas, toda la casa estaba revuelta y una pequeña caja fuerte empotrada en una pared, detrás de un cuadro, había sido abierta y vaciada casi totalmente.

De acuerdo a las informaciones preliminares de los forenses, el hombre habría sido asesinado entre 10 y 12 horas antes de ser encontrado por sus hijos, es decir poco después de las 2 de la mañana de ayer. Y también trascendió que los maleantes se llevaron algunas joyas y una importante suma de dinero de la caja fuerte con combinación que había en el dormitorio, aunque también dejaron algo de plata y varios electrodomésticos y artículos electrónicos, "como si estuvieran apurados para irse", confió un vocero.

Algunas fuentes, incluso, dijeron que de la caja los asesinos también se llevaron una o más armas de fuego registradas a nombre del médico psiquiatra que era reconocido en el ambiente donde se manejó en los últimos 40 años, llegando a ser dueño de una clínica pero también a tener algunos problemas con la Justicia por una supuesta estafa (ver aparte).

Poliladron. En el lugar del crimen, la parte residencial de Fisherton, actuaron la Policía de Investigaciones (PDI) al mando del comisario Fernando Ochoa; agentes de la comisaría 17ª con jurisdicción en la zona; y el fiscal de Homicidios Florentino Malaponte, quien ordenó la realización de la autopsia de rigor en el Instituto Médico Legal y también las pericias en la escena del crimen.

En esas circunstancias, uno de los hijos de la víctima comprobó que de una mesa de la vivienda había desaparecido una pistola de aire comprimido de su papá que a su llegada él había visto depositada allí. Al notificarselo al fiscal Malaponte, éste ordenó que se requise a todos quienes habían ingresado al lugar desde el descubrimiento del cadáver.

Así, en el baúl de un patrullero del Comando Radioeléctrico se encontró el arma buscada además de un revólver y una réplica de pistola, por lo que los dos responsables del mismo, quienes habían sido los primeros en entrar a la vivienda, fueron detenidos y el lunes deberán ser llevados a Tribunales donde el fiscal Aníbal Vescovo les imputará, en principio, la sustracción del arma. La situación, además, fue notificada a la Dirección de Asuntos Internos de la policía para que actúe en consecuencia y se labren las actuaciones administrativas correspondientes.

De acuerdo a fuentes oficiales, todo indica que se está ante el cuadro de un homicidio criminis causa, es decir ejecutado para tapar otro delito que en este caso fue el robo del dinero y las joyas de la caja fuerte, aunque el pasado de la víctima no cierra otras puertas de la pesquisa fiscal.

Vale recordar que el sábado pasado, en la misma cuadra donde fue asesinado Vergini, un grupo de desconocidos escrucharon un departamento que se encuentra en un complejo identificado con el número 8550 de calle La República.