Messi, libre e imparable para el Real Madrid

Lionel Messi logró 'hat-trick' en el Clásico y si bien dos fueron de penal, el premio se debió a la libertad que le concedió durante todo el juego el cuadro merengue

24/3/2014 - 13:32 - CIUDAD DE MÉXICO

Lionel Messi le dio la victoria al Barcelona en el clásico (Getty Images)

Si algo logró José Mourinho durante su paso por el Santiago Bernabéu, fue elevar el nivel competitivo del Real Madrid a estándares superlativos. Un ejemplo de esto, fue hacerle frente al Barcelona de Pep Guardiola en su ciclo epopéyico de éxito. En donde podemos subrayar la capacidad del portugués para contener a Lionel Messi en los últimos partidos que tanto Mourinho como Guardiola dirigieron en una seguidilla de choques que eclipsaron el mundo del fútbol.

El ahora técnico del Chelsea diseñó mecanismos y planteamientos para nulificar al argentino. Dándole confianza y los recursos tácticos necesarios a tres hombres que hoy sufrieron muchísimo con la presencia de Messi. Ellos son: Pepe, Serio Ramos y Xabi Alonso. Tres jugadores que todavía hace una temporada eran aptos para encerrar, encajonar y desactivar la habilidad y destreza del rosarino, que ayer además de firmar tres goles y una asistencia, fue crucial para que el Barcelona se instalara en campo contrario con ventajas y generara fracturas en el aparato defensivo merengue.

Y es que Messi se encontró con grandes espacios por donde moverse. Fijando sus movimientos en tres cuartos de cancha. Justo entre la cintura del campo y el área rival. Ahí, lograba hacer recepciones muy cómodas. Lo que le permitía desplazarse y moverse entre carriles centrales con plena confianza y claridad. Apareciendo a la espalda de Xabi Alonso y frente a Pepe y Sergio Ramos, o sea situaciones de alto riesgo por la zona donde aparecía –muy cercana al área- y con el gran espacio con el que contaba para conducir y pensar.

REAL MADRID DESCUIDÓ LA PIEZA ANGULAR

Estas acciones se generaban a partir de la presión alta que el Real Madrid ejercía en la salida del Barcelona. Situación que provocaba que el equipo se alargara, y por ende, se fabricaran grandes huecos entre líneas. Por lo que ni Pepe, Ramos y Alonso, podían jugar juntos para restarle metros al argentino. Tal y como lograban hacerlo con Mourinho en el cargo, quien optaba por un repliegue bajo con la misión de reducirle espacios a Messi.

Formando un triángulo defensivo compuesto por el trio antes mencionado, el cual además de limitar notablemente los movimientos del “10” catalán; también borraba líneas de pase a su persona. Con ello impedía que sus compañeros los buscaran y lo activaran con la posesión del balón.

Pero esto no sucedió en la última edición del Clásico español, ya que Ancelotti en su afán de querer atacar los argumentos colectivos del Barcelona como la salida y elaboración de juego; descuidó a la pieza diferencial ‘azulgrana’. Al que es capaz de inventar algo donde no existe nada y al que encuentra vías de salida aunque todas las puertas estén cerradas.

Messi jugó a modo. Tomaba el balón y podía avanzar frontalmente a portería sin mucha presión. Fueron contadas las ocasiones que tuvo que jugar de espaldas o bien, retrasar su posición para liberarse de marca y entrar en contacto con el balón, así como para encontrar espacios.

El argentino respiraba, le sobrara aire. Y con ello fue capaz de concentrar todos sus movimientos en su zona de mayor influencia, donde hace daño. Registrando el 45.71 por ciento de sus acciones en tres cuartos de terreno. Ahí, donde es imparable para el Real Madrid.