EL ROSARIAZO OCULTO

Este mes se cumplen 40 años del Rosariazo. A esta altura, pero 40 años atrás, la ciudad era un hervidero y los trabajadores se reunían permanentemente para organizarse. La mayoría de los rosarinos no sabíamos, hasta hace muy poco que es lo que había pasado en Septiembre de 1969, cuando se realiza la segunda etapa del Rosariazo,

 todo hablábamos de los días de mayo, cuando en realidad el fuerte de las revueltas se dió en Septiembre.

En mayo de 1969 comenzaba un proceso de manifestaciones, enfrentamientos y reclamos contra el gobierno de Onganía. Por primera en nuestra historia se unieron estudiantes, obreros y la sociedad civil en contra del régimen militar de entonces. Estos hechos que comenzaron en el mes de mayo, continuaron y se extendieron hasta septiembre donde hubo mayores enfrentamientos. La zona norte de Rosario, principalmente Refinería y Arroyito fueron los principales protagonistas de estas revueltas del mes de Septiembre. Esto además significo el principio del fin de la dictadura de Ongania. La división de la CGT sería otro enclave fundamental. Por aquellos años todo era posible, la resistencia de estudiantes y obreros eran el fiel reflejo de que las ideas de un mundo mejor podían llevarse a cabo.

Este informe cuenta con crónicas de la época, entrevistas actuales a Leónidas “Noni” Ceruti historiador de la ciudad y activo participante de aquellos años, también la voz de el Director del Museo de la Ciudad y del realizador del cocumental sobre el Rosariazo, “Chraly” López, entre datos y breves relatos de sindicalistas de aquellos años.

“Estos años, donde comienzan a romperse ciertos partidos tradicionales, son el proceso de nuevas corrientes de pensamientos, lo cual abre una nueva discusión política y social, se redescubren nuevas lecturas, o bien se interpretan de otra manera, eran años de mucha discusión en cuanto a como plantear el cambio en el país”, cuenta Ceruti.

Pensar en Rosariazos

El Museo de La Ciudad viene desarrollando desde mayo una muestra llamada “Rosariazos” que se va a extender hasta mediados de este mes. Su Director, Raúl D´amelio, hablo con nosotros y aporto a este informe.

“La muestra recorre y comprende distintos momentos de la historia y nosotros tomamos la decisión de dividirla en cuatro secciones. La primera que va del ’55 al ’66, otra que habla sobre Onganía a la cual le pusimos “El Onganiato”, otro pequeño núcleo contando la cultura de los años ’60, y la más importante la sala del Rosariazo donde están contados los dos episodios, el de mayo y el de septiembre. El Rosariazo no se entiende si no se lo pone en contexto. Es decir por qué se producen esos hechos, para eso debemos comenzar desde la caída de Perón, que es el comienzo de todo esto. Otro punto clave además fue la división de la CGT a nivel nacional donde por un lado quedó Vandor, del ala derechista del peronismo que apoyaba la dictadura y por el otro estaba Raimundo Ongaro que se oponía. Digamos, estas cuestiones había que contarlas porque también hacen a la situación, como para tratar de entender el Rosariazo”, explica el arquitecto.

Esta exposición está organizada por tres instituciones que trabajaron en conjunto, una es El Parque de España, otra es el Museo de la Memoria y el Museo de la Ciudad.

Por su parte “Charly” López, camarógrafo del canal Somos Rosario y productor de documentales y audiovisuales expuso en mayo y volverá a hacerlo en septiembre el documental de su autoría llamado Rosariazo.

El documental llevo 5 años de elaboración y el desarrollo histórico estuvo a cargo del “Noni” Ceruti. El Material fílmico de la época es de aficionados privados que Charly fue consiguiendo. “Hay cuatro patas en este trabajo, por un lado los testimonios, investigación periodística, investigación histórica, y por último la cuestión creativa, poética si se quiere. El Rosariazo fue muy fuerte, acá nunca se profundizó demasiado porque a Rosario le cuesta debatir sobre aquel movimiento de izquierda, la derecha tapó todo” expresa Charly.

Voces, relatos y datos sobre el Rosariazo

- Quagliaro, de la CGT Rosario, cuenta que la policía y los militares atacaban con los caballos y los bastones largos, entonces los manifestantes utilizaban la pimienta para volver loco al caballo y lograr desmontarlos y con maíz para hacer caer a los caballos.

- Se incendian troles sobre Avenida Alberdi, a la altura de las viviendas de los trabajadores del ferrocarril.

- Oscar Palacios, por entonces a cargo del gremio de los textiles, recuerda que por Boulevard Rondeau a la altura de calle Nansen, cerca de la fábrica textil Estexa, se incendiaron colectivos y hubo fuertes enfrentamientos con la policía.

- El cruce Alberdi es casi destruido en su totalidad, se incendiaron trenes y vagones, hubo graves enfrentamientos. Al mismo tiempo éste fue un lugar estratégico ya que el ejército no podía avanzar si no era por el cruce. Las barricadas y el grueso de los manifestantes lo impidieron.

- El “Colorodo Di Marco, militante peronista y del gremio Ferroviario recuerda: En Génova y Travesía había una fábrica metalúrgica llamada Cid donde había asamblea permanente y los militantes peronistas junto a el FEN (Frente Estudiantil Nacional) llevaban comida para los trabajadores.

En la fábrica La Virginia se intentó hacer una huelga con una quema de cortinas pero rápidamente fueron contenidos.

- A fines de Octubre del ’69 se rompe la unidad de la CGT en Rosario.

- Cientos de Barricadas, hogueras, quema de autos y trolebuses, trenes y ataques a comercios abiertos fueron el saldo.

Cómo se vivía por aquellos años

En el año 1969, luego de tres años del gobierno dictatorial de Onganía, los productos de la canasta familiar aumentan muchísimo, había una crisis importante en las economías regionales, el contexto internacional había cambiado muchísimo, es decir las condiciones eran propicias para este tipo de manifestaciones.

“En abril del ´69 se realiza la marcha del hambre en el norte de la provincia de Santa Fe, la CGT había declarado una huelga para el 30 de mayo pero el 14 sucede el asesinato del estudiante Cabral en Corrientes y ahí se adelantan los planes de lucha”, relata el “Noni”.

Por entonces el mundo estaba convulsionado y debatiendo, la influencia de la revolución cubana era muy fuerte, la guerra de Vietnam, la liberación de los últimos países de Asia y África como colonia, había pasado el mayo Frances, el movimiento Hippie en Estados Unidos, movidas y revueltas en Méjico, en el ´69 también se dio en Italia el mayo caliente en la Fiat y en las grandes fábricas y Peugeot en Francia, todo se puso en cuestión de debate. También se da en la música, la escritura, las relaciones de parejas, el amor libre, se genera un cambio amplio y Argentina no estaba exenta de esto.

La importancia de los barrios en las manifestaciones

Para septiembre las columnas obreras marchaban para el centro desde todos los barrios de la ciudad. “Esto fue algo impresionante que nadie cuenta. Todos hablan de mayo pero el rosariazo más fuerte fue el de septiembre. Ya acá hubo una organización obrera, en este caso los estudiantes acompañamos y es distinto que marche una gran maza obrera organizada a lo que fue mayo, donde los estudiantes salieron a la calle y los obreros acompañaron”, remarca Ceruti.

Septiembre recargado

Para septiembre de 1969 el gobierno de Onganía, mediante el decreto 5324/69, ordenó la aplicación de la Ley 14.467, de Defensa Civil, disponiendo la movilización de todo el personal ferroviario bajo el Código de Justicia Militar y criminalizando por lo tanto las medidas de fuerza.

Esto sin lugar a dudas enardeció a los trabajadores y estos se unificaron para formar un plan de lucha. Fundamentalmente los trabajadores del ferrocarril, la construcción y los textiles se alzaron teniendo varios enfrentamientos en distintos barrios de la ciudad.

Cuatro columnas se organizaron divididas para llegar a la plaza 25 de mayo, una venía de 27 de febrero y Alem que se unían con los trabajadores del Swift, otra de Av. Alberdi donde había obreros de Minetti, de los talleres del ferrocarril y de Estexa; y por Ov. Lagos venían de la planta de Acindar.

Los enfrentamientos y la cantidad de manifestantes eran tantos que tuvo que intervenir el ejército. Dos mil hombres llegaron a Rosario comandados por el mismísimo Leopoldo Fortunato Galtieri.

La Zona Norte quedó controlada por su población tras largos enfrentamientos, quema de colectivos, trenes y varias barricadas. Los vecinos y obreros de la zona tomaron el dominio. Se incendió la Estación Arroyito y el Cruce Alberdi. En la zona sur los enfrentamientos provocan la muerte de una mujer y un niño producto de los balazos. Varios barrios quedaron sin luz y se bloquearon las rutas nacionales y provinciales.

Esto es el reflejo de un debate profundo que se hizo en la sociedad, pero que quedó inconcluso. La fuerza militar se encargó de hacer desaparecer a partir del golpe de 1976 a una generación que venía buscando un cambio profundo, y los medios y las políticas locales de turno se vinieron encargando de tapar todo el movimiento obrero en la ciudad.

La historia es impactante en sí misma y mucho más impresiona cuando uno descubre por primera vez todo lo que sucedió en la ciudad y todos los años que no lo supimos.

Las hermanas Balve, escritoras e historiadoras de los rosariazos, relatan en uno de sus libros que “el rosariazo fue el hecho maldito de Rosario, porque es el hecho de masas más grande de la historia de la ciudad y del que menos se habla.”

Fuente: Cronicas de Rosario

Nota, fotos y fotomontajes: Rodrigo Mold