BARRIO BELGRANO

 EL LEJANO OESTE

La función de las vecinales es esencial para la vida social de los barrios. El vecino no sólo concurre para realizar alguna actividad cultural, educativa o bien para recibir un servicio médico,

 sino que además la utiliza para realizar sus reclamos y hacer valer sus derechos. En otras palabras es la institución que le da identidad y representatividad a los vecinos del barrio.

En el barrio Belgrano surgió una vecinal, que lleva tres años de vida, y de manera espontánea, llamada Asociación Vecinal Belgrano Oeste. La razón fue la fuerte división que sufrió la zona con la construcción de la autopista Rosario/Córdoba. El sector Oeste quedó aislado de muchos servicios y debieron comenzar a construir colectivamente, casi desde cero, algunas funciones sociales.

Un plan urbano que divide sectores y margina vecinos
Entre finales del 2001 y principios del 2002 avanzaron las obras de remodelación de Avenida Pellegrini a la altura del 6500 y la construcción de la autopista Rosario-Córdoba. Esto significó una división obligada en el barrio Belgrano. Por una lado el sector más comercial, mejor ubicado, de mejores viviendas y construcciones, como es el sector de las cuatro Plazas ubicado en Provincias Unidas y Mendoza, y por el otro, quedó un sector aislado, de viviendas más precarias, ciertamente más inseguro y con menos desarrollo.
Aquí comienza otra historia y el barrio Belgrano emprende su división en puntos cardinales.
Del lado Oeste quedaron una gran cantidad de vecinos aislados de la vecinal y de servicios médicos cercanos.

La muerte y el nacimiento vecinal
En el 2006 un chico del barrio de 24 años, llamado Luciano Drovandi, es asesinado con el objeto de robarle la moto en la intersección de las avenidas Pellegrini y Provincias Unidas.
Allí los vecinos comienzan a reunirse y a realizar marchas con motivos de reclamar y exigir justicia y seguridad para la zona.
“Esto nos movilizó y nos generó la conciencia de saber que nos teníamos que juntar para lograr que nos escuchan. Antes de esta división que sufrió el barrio nosotros pertenecíamos a la vecinal que está ubicada en calle Subiría y Fraga. Con esta división que se hizo en el barrio nuestros reclamos no eran atendidos, no nos escuchaban”, relata Hugo Gargarella, quien forma parte de la comisión de la Vecinal de Belgrano Oeste.

La desgracia de un chico del barrio sumado a la vulnerabilidad de una zona que había quedado aislada provocó la reacción de los vecinos que luego de varias reuniones deciden fundar la Asociación Vecinal Barrio Belgrano Oeste.

Un lugar en común

A partir de allí la vecinal de Belgrano Oeste pasó a ser el lugar de representatividad de los vecinos de este sector. Se encuentra ubicada en calle Perú 1856. Dicho inmueble está en pleno proceso de reformas que con el gran esfuerzo de los vecinos y directivos se están concretando la creación de nuevos espacios para brindar más y mejores servicios. El terreno, que en un principio sólo tenía cuatro paredes, fue cedido a los vecinos por el Club Juventud Provincias Unidas.

La vecinal cuenta con asesoramiento jurídico, servicios de reclamos y algunos talleres.

Todos trabajan ad honoren y con el compromiso de solucionar los problemas y defender los intereses de los vecinos de la zona. Hay 125 socios y 13 adherentes que corresponden al otro sector del barrio, es decir el que se encuentra de Pellegrini hacia el Este.

Uno de los actuales reclamos es en cuanto al servicio de transportes. Desde el sector oeste del barrio no hay manera de llegar directamente al distrito Noroeste, sumado a que dentro del barrio no ingresa ninguna línea de transporte público.

“Este reclamo lleva años sin obtener respuestas. Nos reunimos con la Comisión de Servicios Públicos, le enviamos cartas al Intendente y no pasa nada”, remarca Héctor Ahumada, integrante de la vecinal.
Asimismo el barrio Belgrano Oeste todavía tiene sectores sin cloacas y calles sin pavimentar.

PRESUPUESTO “POCO” PARTICIPATIVO

“La entrega de información para participar del presupuesto participativo la reparten 36 horas antes de las reuniones. Nosotros teníamos que correr para pegar los afiches y repartir los volantes”, enfatiza Ahumada de 75 años y agrega “la falta de compromiso es otro de los problemas, hay mucha gente que se anota y después no concurre, es una falta de respeto. Los representantes municipales nos corren las reuniones a último momento y esto genera que concurra menos gente, nunca llegan a horario y esto cansa, nos faltan el respeto desde la municipalidad, nosotros trabajamos gratis y cumplimos. La última reunión del año pasado la hicieron el 30 de diciembre, todos llegaron tarde y se quisieron ir todos rápidos”.

“Nuestra indignación también pasa por como se reparten los fondos. Acá se les dio 80 mil pesos a los artitas callejeros de la escuela de Artes Urbanas que tiene la Municipalidad. En la vecinal nos hace falta entre tres mil y cuatro mil pesos para terminar algunas instalaciones y no nos dan ni un peso” enfatiza Gargarella.

“Para mi hay un detalle muy importante y es el policlínico San Martín, que está abandonado y podría ser un centro de salud increíble para todo el barrio, hoy está totalmente abandonado por la municipalidad” amplia Susana Attia de Noval, también integrante de la vecinal.

Cuatro vecinalistas esperaban a este cronista para realizar la entrevista, Susana Attia de Noval; Mario Battocchio; Héctor Ahumada y Hugo Gargarella. Todos ellos superan los 55 años. Militan a través de la vecinal con una sola bandera, la de construir colectivamente y cumplir con las demandas de los vecinos del barrio. Su desafío es sumar gente joven con fuerza para afrontar las demandas de la institución y continuar esta tradición que ya lleva tres años de lucha.

Fuente; Crónicas de Rosario

Nota y Fotos: Rodrigo Mold