Una guerra de bandas con líderes y soldados, detrás del crimen del jefe de Los Monos

En el inicio del juicio oral por el homicidio, la fiscal dijo que "El Pollo" Bassi ordenó ejecutar al "Pájaro" Cantero.

Luis “Pollo” Bassi ingresó a la sala esposado y con un chaleco antibalas que no le permitía lucir su coqueto look. Zapatillas de vestir, un jean gris y una camisa azul entallada. Se sentó detrás de su abogado y en silencio, casi sin inmutarse, escuchó los alegatos en el comienzo del juicio por el asesinato de Claudio “Pájaro” Cantero, el líder de la banda narco Los Monos, asesinado en mayo de 2013. "Les ordenó a sus soldados que había que matar a un Cantero”, detalló la fiscal sobre su rol en el crimen. Dos de sus sicarios llevaron adelante un plan que tenía como objetivo “ganar terreno y poder” en el millonario negocio del narcotráfico.

Bassi duerme en un calabozo desde septiembre 2013, cuando decidió entregarse para poner su vida en resguardo. En la cacería desatada tras el homicidio de Cantero asesinaron a su padre y a dos de sus hermanos. Su familia maneja la remisería más grande de Villa Gobernador Gálvez, localidad próxima a Rosario. Plata nunca le faltó. Pero “El Pollo”, como se lo conocía en su barrio, decidió incursionar por otros rubros. Se ganó un nombre en la barra de Newell’s para luego saltar al negocio de la droga.

Comenzó esta mañana el juicio por el crimen del "Pájaro" Cantero, jefe de la banda "Los Monos". Foto: JUAN JOSE GARCIA

El clan liderado por Bassi monopolizó la venta en Villa Gobernador Gálvez y rápidamente sumó clientes en Rosario, territorio en el que Los Monos eran amos y señores. Los hermanos Cantero, jefes de esta organización, atentaban contra cualquier aspiración de grandeza en el mundo del narcotráfico. La guerra de soldaditos -se cometieron decenas de crímenes por esta disputa entre 2011 y 2013- dio paso un plan que marcó “un antes y un después” en la historia criminal de la ciudad, según describió hoy la fiscal Cristina Herrera.

Asesinado. Claudio "Pájaro" Cantero fue acribillado en mayo de 2013, frente a un boliche. Al dueño del local lo ejecutaron tiempo después.

La funcionaria judicial habló de "una guerra de bandas con líderes y soldados” para contextualizar el crimen de Cantero. Al lado de Bassi se sentaron tres de sus laderos: Facundo Muñoz y Milton Damario, acusados de ser los autores materiales, y Osvaldo Salazar, imputado por entregar las armas utilizadas en el homicidio. “Respondían a sus órdenes por dinero y pertenencia”, explicó la fiscal.

La noche del 25 de mayo de 2013, “El Pájaro” (28) salió de fiesta junto a un grupo de amigos. A las cinco de la mañana decidió trasladarle al boliche Infinity Night, ubicado en Villa Gobernador Gálvez.

Al no poder estacionar en la puerta del lugar, detuvo la marcha de su auto en un portón de una fábrica lindera a la disco. Cantero bajó y se apoyó contra una pared para orinar.

Damario y Muñoz lo estaban esperando arriba de una camioneta. Lo ejecutaron con “una lluvia de balas”. “Fue un crimen con alevosía. Prepararon la ejecución y abrieron fuego sabiendo de quién se trataba. Lo acecharon y lo ultimaron con más de 20 disparos”, contó la fiscal. Y agregó: “No querían ni su dinero, ni su lujoso auto. Solo su vida”.

La muerte del líder de Los Monos desató una ola de venganzas que tiñó de sangre a Rosario. Además de los familiares de Bassi, fueron asesinados los padres de Damario y Muñoz, el dueño del boliche y tres integrantes de la familia de Milton César, un joven que fue señalado en un principio como autor de los disparos, que más tarde quedó desligado.

Las esquirlas de aquella cacería siguen enlutando a la ciudad. El sábado a la noche mataron a Norberto “Chino” González, quien supo integrar la segunda línea de Los Monos, sindicado como el autor material del crimen de Martín “Fantasma” Paz (2012), otro homicidio emblemático en la guerra narco de Rosario.