Asesinaron de un escopetazo a un joven en Nuevo Alberdi

Santiago Fernández tenía 20 años y vivía con su pareja en Alvarez al 2200, donde lo mataron ayer a la madrugada. Familiares de la víctima apuntaron contra dos hermanos que lo acusaban de haberles robado caballos, lo cual "no era cierto". 

Humilde. Santiago vivía con su pareja en una casilla de una zona semirrural. Trabajaba con animales y hacía ladrillos.

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Por Claudio Berón / La Capital

En la zona norte algunos barrios se derraman en el campo y Nuevo Alberdi es uno de ellos. En una zona casi rural y en un predio de no más de una hectárea semiescondido entre una precaria fábrica de ladrillos murió baleado de un escopetazo en la madrugada de ayer Santiago Fernández, un joven de 20 años que cayó en una emboscada de dos personas que aparentemente "lo habían amenazado", como dijo su hermana Lorena. El móvil del asesinato sería el robo de dos caballos —desmentido por la familia de la víctima— que Fernández habría cometido el sábado anterior.

Pasadas las 2 del lunes Santiago estaba en su casa de Alvarez al 2200, una casilla en medio de un pequeño campo en el que sobresalen unos corrales de gallinas, un par de caballos que deambulan sueltos y una casa abandonada. El dueño de casa estaba durmiendo con su pareja cuando escuchó ruidos y salió de la casilla para ver que sucedía

"Yo estaba con él", dijo su primo Leonel. "Escuchamos ruidos desde el corral de las gallinas, nos acercamos y detrás de la casa abandonada salió el Guasón (tal como conocen a un hombre identificado como David A.) con su hermano y tiraron con una escopeta", contó el muchacho al cronista de LaCapital mientras velaban a Santiago en la casa de sus padres, una casilla casi derruida a 100 metros de la escena del crimen.

No hubo tiempo ni de correr. "Cuando dispararon nos quisimos tirar al piso, pero a Santiago le habían dado con el perdigón en la espalda", contó Leonel. Más tarde el informe forense destacó que la víctima tenía heridas de arma de fuego en el omóplato izquierdo.

Buscado. Santiago era carrero y según su hermana los agresores "lo andaban buscando". Luego de balearlo, los dos tiradores corrieron hacia calle Alvarez y se subieron a un Volkswagen "Gol bordó, pero el auto no es de ellos". Fernández fue trasladado al hospital Alberdi pero el disparo le había afectado un pulmón y finalmente murió pasadas las 3.

Entre la bronca y la pena, Lorena contó sus verdades a borbotones: "El sábado vinieron a mi casa Carlos y David A. y me amenazaron. Me preguntaron por Santiago y por unos caballos que decían que él les había robado. Les dije que mi hermano no estaba. Entonces uno me miró mal y me dijo que iba a correr sangre de mi familia y se fueron", recordó la joven.

Pero antes de irse, y para que no quedaran dudas de sus dichos, los hermanos se pararon en la esquina de Alvarez al 2300 y dispararon algunos tiros al aire y contra la casa. "Estaban como locos", aseguró la chica, y desmintió que su hermano hubiera robado caballos. "Mi hermano trabajaba con los animales y con los ladrillos. Mi papá nos crió así, para trabajar", dijo con lágrimas contenidas y mucha bronca.

Falsos cirujas. Familiares de Fernández señalaron que los presuntos homicidas "son traficantes que tienen un búnker en Empalme Graneros. Se hacen los cirujas pero le pidieron el auto a un tal Juan que vive en Cullen y Juan B. Justo", señalaron.

Según vecinos y amigos del muerto los dos hermanos que "lo mataron" no están relacionados con las familias que manejan los búnker en Nuevo Alberdi. "Ellos son de Empalme, vienen a molestar acá", aseguraron.

Según fuentes policiales, Fernández tenía un antecedente por un homicidio de 2009, cuando tenía 15 años. "Ahí una loca dijo que él había matado a un muchacho, pero era porque le tenía bronca. Estuvo ocho meses en el Irar pero después nunca más estuvo preso", aseguró otro familiar del chico asesinado.

Ayer por la tarde, entre gallinas, caballos sueltos y dos o tres carros que hacían casi una guardia de honor, el cuerpo del muchacho era velado rodeado de numerosos familiares y amigos en un féretro social de los que entrega la Municipalidad. Su asesinato es investigado por personal de la subcomisaría 2ª y la Brigada de Homicidios, además de la Fiscalía en turno, que aseguró estar "en un claro camino investigativo sobre la hipótesis del robo de un caballo".