Tata Martino, el nuevo jefe del Barcelona

• Llegó Martino, hoy firmará, será presentado y viajará a Oslo.

  
  Francesc Perearnau | Barcelona 26/07/2013 12:42

  El poderoso sol de otra calurosa y veraniega tarde barcelonesa deslumbró a Gerardo Martino cuando, recién llegado del invierno de Rosario, apareció en la puerta de las oficinas del FC Barcelona para someterse a su primera sesión fotográfica.

  Tras el largo viaje, ni rastro de cansancio reflejado en un semblante que contuvó la emoción del momento pero que al final dejó escapar una controlada sonrisa de satisfacción y de legítimo orgullo profesional.

  El elegido

  Dirigir al Barça con Messi, Neymar, Xavi e Iniesta entre otros cracks mundiales parece no sobrepasarle, ya respondió en un tono y contenido más que apropiados en la rueda de prensa de despedida en Rosario, pero desde luego sabiendo que los dioses del fútbol le han elegido para un trabajo con el que probablemente ni había soñado.

  No por palmarés o talento sino porque la elección de Rosell, Zubi y Bartomeu debió sorprenderle tanto como al resto del mundo. Por eso su imagen de ayer fue la esperada de un entrenador con oficio, aparentemente tranquilo, feliz e intentando captar en cada segundo de sus primeros minutos azulgrana la esencia de ese monstruoso club que parece el Barça desde fuera, una entidad sin límites mediáticos con más de 350 millones de seguidores pendientes ahora mismo de Gerardo 'Tata' Martino, el hombre que dirigirá la orquesta desde que hoy por la mañana firme y tome posesión del cargo.

  Vistió una chaqueta gris a cuadros y camisa clara con pantalón oscuro, un estilismo sencillo elegido seguramente con el objetivo de pasar desapercibido. No se escucharon más que los clicks de las cámaras de fotografía mientras se dio visibilidad al nuevo míster. Todo le resultó extraño, hasta el ronronear de los cámaras, diferente al argentino, también tímidos a la hora de captar la atención del 'Tata', apelativo apenas empleado aún por la falta de confianza.

  Nada que ver con Menotti

  Casi en silencio transcurrió este ritual iniciático barcelonista de un entrenador con el curioso encargo de mantener al actual Barça campeón, tal como lo conocemos, inalterable pero desde su marcada diferencia respecto a sus antecesores, cuando menos desde que el último argentino, César Luis Menotti, llegó al Barça para proteger a Maradona del fútbol europero. Incluso esa relación homóloga con Leo, su paisano y vecino, es inversa, pues será Messi, en todo caso, quien pueda protegerle a él en el viejo continente, de ese pelotón de excépticos que están, ahí, invisibles, atentos a todos su movimientos.

  Sólo al terminar la sesión, Martino rompió su envarada pose junto al escudo del Barça para saludar especialmente a un puñado de seguidores de Newells. Hoy escucharemos su voz y su discurso.