Alcaidía: la muerte le pisaba los talones al Japo

Alcaidía: la muerte le pisaba los talones al Japo

Miguel Ángel Saboldi, alias El Japo, fue asesinado en el penal de la Jefatura de la Policía. Estaba preso desde el jueves pasado, cuando fue detenido en un operativo en una chacra en Alvear junto a Diego Cuello, un alfil de los Cantero. Al otro día dos sicarios mataron mientras dormía a su cómplice y amigo Fabio Hernán López en Villa Gobernador Gálvez. El enigma de Los Monos.  

Miguel Ángel Saboldi, conocido como El Japo, preso por narcotráfico, es la única víctima que dejaron los incidentes e incendio que se produjeron este viernes en la Alcaidía de la Unidad Regional II. Una decena de heridos por quemaduras fueron trasladados a distintos centros asistenciales de la ciudad. El caso está a cargo de la jueza de instrucción María Luisa Pérez Vara, quien ordenó peritajes en la zona donde se produjeron los incidentes. 

“Vayan a preguntarle al Gordo González lo que pasó”, gritó una mujer en la puerta de la Alcaidía, mientras entraban ambulancias a la sede de la Policía. El bramido de la mujer de Sabioli no fue casual y tiene un sentido cuando se analiza la trama en su conjunto. Quizá la sentencia que largó el intendente de Villa Gobernador Gálvez la semana pasada tenga otra entidad, dijo la esposa del Japo, que agregó frente a las cámaras de Canal 3: "Él me dijo que lo iban a matar". Según informaron desde el Hospital Emergencias Clemente Álvarez, hay 12 heridos producto de los incidentes en el penal de la Alcaidía. Saboldi ingresó muerto, y llegó al centro asistencial con "el 100 por ciento del cuerpo quemado", informó el director del Heca Néstor Marchetti. En tanto, 11 pacientes fueron distribuidos en los principales hospitales de la ciudad, como el Heca, Provincial, Roque Sáenz Peña y Centenario. 

El Japo ingresó a la Alcaidía de la URII, enclavada en el predio donde se encuentra la jefatura de la Policía, el  jueves pasado, tras quedar detenido en el marco del operativo en una chacra en Alvear, donde los efectivos se toparon con un arsenal, drogas y muchas armas. Como contó Cruz del Sur en una extensa nota de Alberto Carpintero, el Japo se encontraba en esa granja, con chiqueros de chancho y todo, con Diego Cuello, de 36 años, quien era uno de los referentes de la banda. Cuello es uno de los alfiles de la banda de Los Monos, uno de los grupos criminales más importantes de la ciudad desde los últimos 15 años. En la chacra la policía encontró 7 kilos de cocaína, 12 de marihuana, 150 mil pesos y un arsenal: tres pistolas 9 milímetros, 3 escopetas, 2 carabinas y 2 chalecos antibalas. Cuello y el Japo fueron indagados por el juez federal Marcelo Bailaque y luego por la justicia provincial por la causa de tenencia de armas. 

Los investigadores del caso creen que algunos de los detenidos en la narcochacra están involucrados en los asesinatos de Martín El Fantasma Paz y de Arturo Carau Quevedo. Estos asesinatos –creen algunos voceros– se produjeron en el marco de una disputa territorial entre líneas intermedias de bandas del oeste y el sur de Rosario. 

Un día después de la detención del Japo fue asesinado su mejor amigo y cómplice Fabio Hernán López, de 26 años, en Villa Gobernador Gálvez. Este muchacho fue acribillado de cinco balazos mientras dormía con su novia en su casa de pasaje 8 al 2200 de Villa Gobernador Gálvez. López, quien era el jefe de la barra brava del club Coronel Aguirre, había estado durante la tarde del jueves, día en que los detuvieron a su compinche Japo, había estado avisando por mensaje de texto que un Corsa gris lo seguía. A las 4 de la madrugada dos hombres entraron a su casa y lo acribillaron mientras dormía con su novia. 

Las fuentes consultadas afirman que tanto el asesinato de Japo y la muerte de su cómplice Fabio López tienen que ver con la estructura de la venta de drogas en Villa Gobernador Gálvez, antiguamente dominada por los Monos y ahora en disputa.