Matan de tres tiros a un changarín y lo dejan tirado en un basural

Juan Carlos Obregón cumplía en forma cotidiana con un ritual. Antes de salir a vender mercadería por la calle pasaba por lo de su ex pareja para ver a sus cinco hijos. Eso fue lo último que le vieron hacer con vida.
Cerca del  mediodía, y a un par de kilómetros de la casa donde viven sus hijos, frente a un basural inmenso en avenida San Martín al 7800, en zona sur de la ciudad, fue asesinado en forma brutal: tres impactos de bala, dos puntazos en el abdomen y varios golpes diseminados por todo el cuerpo. En base a la ferocidad del ataque, los investigadores sospechaban que el hecho sería una venganza.

La policía detuvo durante la tarde a un sospechoso. Se trata de un muchacho que fue apresado en barrio Las Flores, tras un llamado anónimo al 911 que lo sindicó con nombre y apellido como el presunto autor material del crimen.

   “Ajuste de cuentas, pero tampoco descartamos un intento de robo”, agregó una fuente de la investigación del caso que está a cargo de la subcomisaría 20ª y de la Sección Homicidios de la Unidad Regional II. El caso por el momento no está claro. En ese sentido, la segunda hipótesis no quedó fuera de consideración porque, según explicaron fuentes del caso, testigos habrían presenciado el momento en que la víctima era atacada mientras se desplazaba en moto, vehículo que finalmente fue robado.

 Sin datos. Obregón tenía 47 años y se ganaba unos pesos como changarín y paquetero, de acuerdo a lo que contó la ex mujer a los investigadores policiales. Hasta ayer, no era mucho lo que se sabía sobre el asesinado. En su prontuario figuraban condenas por robos a mano armada, pero desde el lado de sus familiares aseguraron que estaba retirado del delito y que trabajaba en la calle vendiendo diferentes artículos.

   Lo último que se supo de Obregón fue que alrededor de las 10 de ayer pasó por la casa de su ex mujer, en el pasaje Chávez al 700 (Buenos Aires al 6800). De acuerdo a lo que pudieron reconstruir los investigadores, allí tomó unos mates y siguió viaje con rumbo desconocido para su antigua compañera. “El tipo tenía la costumbre de ir a ver a los hijos. A veces iba de mañana, pero también de tarde. Hoy (por ayer) hizo eso. Estuvo un rato y se fue. La ex, por lo que nos contó, no vio ninguna moto en ese momento. Obregón se fue a pie o, al menos, andaba a pie en ese momento”, consignó una fuente cercana al caso.

   Los investigadores tampoco pudieron establecer el lugar donde vivía Obregón, un dato que su ex pareja fue incapaz de aportar. El asesinato se produjo poco después de las 11 de la mañana. Una llamada al 911 alertó sobre la presencia de un hombre baleado a pocos metros del cruce de San Martín y Platón, una zona dominada por los descampados y un inmenso basural. Eso queda a pocos metros al norte del arroyo Saladillo, jurisdicción de la subcomisaría 20ª. Los primeros policías en llegar al lugar fueron del Comando Radioeléctrico que le brindaron auxilio y trasladaron al herido al Hospital Roque Sáenz Peña, donde llegó sin vida.

Saña. Obregón, según el dictamen preliminar que hizo un médico policial, presentaba tres impactos de bala. Dos en la zona lumbar y uno más en un hombro. También su cuerpo presentaba dos puñaladas en el estómago, heridas cortantes en el rostro y golpes en diferentes partes. Anoche no estaba confirmado si esos impactos habían sido causados con algún objeto contundente o sólo con puños o puntapiés.

   En el terreno de las hipótesis, los pesquisas estimaban que el ataque tuvo que ser obra de más de dos personas y por el tenor la agresión que sufrió la víctima todo parecía indicar que se trató de una venganza. Pero esa posibilidad podría quedar en un segundo plano. “Se tomó conocimiento por parte de testigos que dicen haber visto pasar al hombre en moto por ese sector de basurales y que un grupo de entre cuatro o cinco personas salió a perseguirlo a los tiros hasta que lo hicieron caer al pavimento. Una vez en el piso lo atacaron a golpes para luego robarle la moto”, comentó una fuente policial.

   La investigación está bajo supervisión de la jueza de Instrucción Nº 12, Mónica Lamperti. Otro dato que no confirmar la policía fue la marca y modelo de la moto en la que se movía Obregón. Una versión señalaba que era una Yamaha de cilindrada mediana. Por la tarde, el Comando Radioeléctrico realizó un operativo en Las Flores en el que detuvo a un sospechoso. Según un familiar del joven acusado, a la hora que se produjo el crimen el muchacho trabajaba en tareas de limpieza.