En 6 meses hubo 208 hechos de robo o vandalismo en los colectivos

El 122 a metros de Presidente Perón y Felipé Moré, el sector más inseguro de la ciudad. (Foto: S. Toriggino) . Durante el primer semestre del año hubo 208 hechos delictivos o de vandalismo que tuvieron a los colectivos urbanos como escenario. Y si bien los ataques se distribuyeron
 en toda la ciudad, sin dudas el sector más castigado fue la zona oeste. Casi el 35 por ciento de los casos se produjeron en ese distrito, uno de los que ostenta los niveles más altos de marginación social y pobreza; le sigue la zona sur, con el 24 por ciento de los delitos a bordo de los ómnibus. Y hay más: cuatro de cada 10 robos se produjeron entre las 18 y las 24. La línea 122, correspondiente a la Semtur, es por lejos la más golpeada por la inseguridad. Y según detectó la Secretaría de Servicios Públicos municipal, el sector más inseguro que atraviesan los colectivos está delimitado por Felipe Moré desde Presidente Perón a Córdoba, al que le sigue la zona de Necochea y Ayolas.

Por dentro. Al caer el sol el oeste rosarino se transforma en una “zona caliente”. Eso es lo que reflejan las estadísticas que realizó el Ente de Transporte Rosario (ETR) tras procesar las denuncias policiales por delitos a bordo de las unidades y las quejas que los choferes realizaron en la punta de línea. De acuerdo a los registros, durante el primer semestre de 2010 se produjeron en los colectivos 208 hechos de inseguridad. Un 60 por ciento fueron agresiones a las unidades (rajaduras, roturas, piedrazos y daños en general) y un 33 por ciento, robos. El 6 por ciento se relacionó con agresiones y amenazas al chofer y el uno por ciento restante refiere a otros tipos de hechos.

   De las 720 unidades que componen la flota local, casi el 17 por ciento de los colectivos fueron víctima de la inseguridad. La mayor cantidad de robos e incidentes (concretamente el 41 por ciento) se produjo entre las 18 y las 24; le siguen con el 29 por ciento los casos perpetrados entre las 0 y las 6 (horario en los que funcionan los recorridos de seguridad). El resto se reparte entre las 6 y las 18.

Lejano Oeste. Si se analizan por zonas, los delitos en el transporte urbano de pasajeros muestran al distrito oeste como el más vulnerable. Le siguen el sur; el centro; el noroeste; el suroeste y norte.

   Las líneas que comunican el distrito oeste con el centro son la 120, 121, 122 verde, roja y negra y 123 (todas en manos de la empresa estatal Semtur ), la 110, 125 y 145 (Rosario Bus) y la interurbana 35/9 roja y negra .

   El secretario de Servicios Públicos, Gustavo Leone, circunscribió al perímetro de Felipe Moré y Presidente Perón hasta Córdoba como el sector donde se produjo la mayor cantidad de hechos. Allí no sólo fueron víctimas los coches de la 122 sino la mayoría del transporte que transita por el sector, como es el caso de la 116 —en Felipe Moré y Santa Fe— y la 133 por la misma esquina.

   “Tenemos identificada la problemática de los corredores seguros, lo que habría que lograr es la superposición al sistema de transporte y fortalecer un corredor entre lo que se hace con los taxis y los ómnibus. La zona de Felipe Moré es una franja difícil, al igual que el entorno de Necochea y Ayolas o Riobamba y Gutenberg, donde el patrullaje policial reduce la siniestralidad”, consideró.

   Otro indicador que focaliza el punto de mayor inseguridad en la zona oeste es el ránking de las líneas que sufrieron mayor cantidad de atracos. De las primeras 10 más robadas, exactamente la mitad corresponden a líneas que transitan por ese distrito. La lista la encabeza por lejos la 122, con el casi 16 por ciento de todos los incidentes.

Compleja. El secretario adjunto de la Unión Tranviarios Automotor (UTA), Sergio Copello, indicó que existe un monitoreo “permanente de la situación”. Para el gremialista, la problemática de los robos arriba de los colectivos “demanda una solución compleja, porque hay sectores de la ciudad que resultan zonas calientes para circular”. Y es un dato importante para el gremio que sólo el 6 por ciento de los incidentes haya tenido a los colectiveros como víctimas.

   En relación a la implementación de los recorridos de seguridad nocturnos con acompañamiento policial, consideró que resultan “preventivos, pero no deben ser permanentes, porque si ocurren otros hechos de robo es difícil encontrar móviles para garantizar este servicio”. Agregó que la reducción de las puntas de línea en la madrugada “es una forma de garantizar la prestación y proteger a los compañeros sin perjudicar demasiado a la gente”.

   Cuando se hicieron públicos los últimos hechos de inseguridad a bordo de los colectivos, en el municipio prometieron la instalación de un sistema de botón de pánico en todas la unidades del transporte dentro del habitáculo del chofer y que se accionaría mediante un pedal especial. Actualmente los conductores cuentan con una herramienta preventiva: enviar un mensaje escrito a través de una consola ubicada sobre el GPS (equipo de rastreo satelital) en caso de verse involucrados en una situación de riesgo.

   “Por ahora tenemos resuelto otro mecanismo efectivo que se posibilita a través del Centro de Transporte (donde se monitorean las frecuencias) con el GPS en todas las unidades de La Mixta y Semtur y en 80 coches de Rosario Bus”, destacó el secretario de Servicios Públicos, aunque aclaró que “no es una interfase directa y definitiva”, sino que depende de que un operador situado en las empresas de transporte reciba el alerta del chofer y llame a la policía.

   El botón de pánico podría conectarse al GPS que tienen todas las unidades. A través de un pedal en el habitáculo del colectivero se envía un alerta con la que se podrá conocer el coche agredido, a qué línea corresponde y dónde se encuentra al momento del ataque. Este elemento de seguridad permitirá mayor agilidad en la acción de los patrulleros y un efecto persuasivo arriba de las unidades. También se había prometido que al estar en conexión con la policía, podría rastrearse desde la central de la Unidad Regional II con el número de emergencias 911. Ahora se tendrán que poner en marcha las dos centrales en Rosario y la capital provincial. Esto permitirá que las empresas envíen el alerta a la central policial, para que acuda un patrullero al lugar del hecho.

Por Lucas Ameriso / La Capital