Las duras bandas de la zona sur

Cuando mataron a Damián Tata Maldonado en 2002 acusaron a Julio Chueco Ferreyra. En la causa quedó claro que se había tratado de una venganza por otro homicidio: el de Juan Carlos Canteros (hombre de Sergio Colorado Arriola) ultimado a tiros en agosto de 2000 por Mario Pino Fernández, de Los Monos.

Una escucha telefónica a uno de los integrantes del clan Arriola indicaba que el Chueco había cumplido con el ajuste como represalia, ya que una carga de drogas del Colorado había caído en manos de la policía por una buchonada de la banda rival.

Poco tiempo que pasó para que el Chueco fuera mencionado en la prensa. El 7 de septiembre de 2002, efectivos de la división Drogas Peligrosas de provincia lo detuvieron en Las Flores luego de que un cargamento de 46 kilos de marihuana fuera interceptado en la boca del túnel subfluvial del lado santafesino. Este decomiso fue señalado entonces como "la punta del iceberg" de la distribución de drogas en la zona sur de Rosario.

Este golpe sacó de la disputa en barrio Las Flores a la gente de Sergio Arriola, a la que pertenecía el Chueco. Por este secuestro diez personas fueron a juicio en abril de 2004 y nueve de ellas fueron condenadas por el Tribunal Federal Oral 1. El Chueco recibió siete años de condena.