El comerciante chino apareció, pero el misterio crece

Lin Zhan ayer a la tarde a poco de haber llegado al cuartel de las TOE. Su estado era óptimo: La denuncia inicial planteaba que el supermercadista chino Lin Zhan había sido secuestrado el lunes a la noche en Riccheri al 1000. El protagonista de la historia ratificó anoche que fue privado de la libertad por un grupo de personas que lo mantuvo en cautiverio tres días en una casa ubicada en las afuera de Rosario, solicitó custodia para él y su familia y aseguró temer por su vida. El comerciante, de 25 años, conocido por clientes y vecinos como Víctor, brindó esa versión durante la testimonial ante el fiscal federal Mario Gambocorta, a las pocas hora de presentarse espontáneamente en el cuartel de la Tropa de Operaciones Especiales (TOE). Si bien confirmó que durante estos días estuvo privado de la libertad, su relato presentó lagunas, contradicciones y llamativos olvidos de alternativas que rodearon su captura y su posterior liberación. Tampoco se pudo acreditar el pago de rescate.

Doce horas antes. El secuestro del comerciante chino presentó varios puntos oscuros desde el principio, especialmente por la reticencia de su familia a aportar información a los investigadores.Y la virtual resolución del caso exhibe no menos contradicciones. Según trascendió ayer de fuentes seguras, Lin Zhan fue dejado en libertad el jueves a última hora de la noche, pero esa situación recién fue informada por sus allegados a la TOE recién en el mediodía de ayer, es decir prácticamente doce horas después. De acuerdo a su relato, los captores lo soltaron por temor frente a la exposición mediática que tuvo su historia. El comerciante contó que no pudo identificar el lugar donde estuvo desde el lunes a la noche. Dijo que le parecía una casa "en el campo" y que estuvo todo el tiempo encerrado en una pieza, con las manos atadas y con la cabeza tapada.

Sin golpes. También manifestó que no le pegaron y que comió todos los días. Lin Zhan sostuvo que fue liberado en una ruta en una zona netamente rural, pero no pudo precisar dónde. De acuerdo a sus dichos, el dueño del supermercado Riccheri caminó unos minutos al costado del camino hasta que en un momento abordó un remís que lo condujo hasta su departamento de Riccheri y San Juan. En ese sentido, tampoco habría podido identificar lugar y circunstancias en las que subió al vehículo de alquiler. Por ese viaje habría pagado unos 300 pesos. Sobre este punto concreto se detectó una contradicción con lo dicho por su hermana al anunciarle a la policía que había aparecido con vida (ver aparte).

Fuentes de la investigación señalaron que el caso comenzó a develarse ayer a la mañana, cuando una hermana de Lin se comunicó con la primera línea de los pesquisa y les anunció que su pariente estaba bien y que quería presentarse a declarar. Ese llamado, según refirieron altas fuentes, se produjo sobre el mediodía de ayer. Lin y su hermana llegaron por sus propios medios a la sede la TOE, de Ruillón al 1900. A los pocos minutos llegaron el fiscal Gambacorta, otros funcionarios judiciales; el ministro de Seguridad, Alvaro Gaviola; el secretario del área, Horacio Ghirardi, y las máximas autoridades policiales de provincia, Osvaldo Toledo, y de Rosario, Marcelo Casajuz.

Poca información. Todos los funcionarios provinciales, a los que se sumó el comisario Cristian Sola, titular de la TOE, brindaron poco después de las 18.30 una conferencia de prensa en la que poco pudieron informar debido al estricto secreto de sumario que le imprimió a la causa el fiscal Gambacorta. Sólo se pronunciaron frases de rigor y lo único concreto que se dijo fue que Lin Zhan se presentó espontáneamente en el lugar y que estaba bien. No hubo forma de que las autoridades máxima del área de seguridad de la provincia brindaran detalles del caso. "Lo más importante es que esta persona apareció sana y salva", remarcó Gaviola. "Si lo que ocurrió fue un secuestro extorsivo o un autosecuestro u otra situación será algo que lo establecerá la Justicia", expresó por su parte Ghiardi.

Sola, por su parte, aseguró: "sólo podemos decir que está bien, está declarando ante la fiscal. Está prestando declaración testimonial porque es víctima en esta causa". Toledo, en tanto, dijo que "con el correr de las horas tendremos nuevas noticias sobre lo que ocurrió. No está detenido, la situación la va a resolver el señor fiscal". El jefe de la policía santafesina prefirió no aventurar nada respecto a las versiones sobre la posibilidad de que se haya tratado de un autosecuestro.

Sin embargo, fuentes allegadas a la investigación no estaban convencidos de que el episodio protagonizado por "Víctor" haya sido un secuestro extorsivo clásico. "Pensamos que esto fue un episodio extorsivo dentro de cierto sector de la comunidad china, y que todo se resolvió adentro de la comunidad, poniendo plata o de otra forma". La idea que flotaba ayer tras conocerse algunos de los condimentos que rodearon la "liberación" de Lin fue que el hombre efectivamente nunca se fue de Rosario o al menos estuvo en alguna localidad cercana. En ese sentido, voceros del área Seguridad admitieron que "el entorno del comerciante comenzó a ponerse muy nervioso debido a la trascendencia pública que tuvo el caso. Eso sin dudas pudo haber acelerado todo".

El rapto. La historia de Lin Zhan comenzó el lunes cerca de las 23. El comerciante había cerrado el negocio y, con su hija de tres años en brazos, se dirgía hacia su departamento ubicado casi en la esquina de San Juan y Riccheri. Antes de llegar, dos hombres que bajaron de una Peugeot Parter lo forzaron a subir al vehículo y posteriormente se lo llevaron, dejando la criatura abandonada en la calle. Esa situación fue advertida por algunos vecinos que dieron cuenta de lo sucedido al 911. La policía provincial comenzó a actuar de oficio porque los familiares nunca radicaron una denuncia ni tampoco se presentaron a declarar en los Tribunales Provinciales.

En primer momento, la hermana de Lin declaró que su familiar la había llamado y le había pedido que preparara dinero porque le estaban reclamando 500 mil pesos. Pero lo cierto fue que no hubo contacto entre los secuestradores y la familia para acordar el pago de rescate. Las dudas se profundizaron cuando la misma mujer le dijo a los pesquisas que su Lin se había comunicado otra vez y que estaba bien. Incluso habló de que había mantenido una comunicación telefónica con su padre en China.

Noche de hotel

Los investigadores obtuvieron un dato contradictorio acerca de las primeras horas en libertad del supermercadista chino. Su hermana declaró poco antes de la presentación en la TOE, que luego del viaje en remís se fue a descansar a un hotel céntrico y que durante la mañana de ayer comenzó a hacer contactos con la policía.

Por Ariel Etcheverry / La Capital