Luis Rubio 'Eber Ludueña'

Eber Ludueña" es para Luis Rubio como el gol a los ingleses para Maradona. El golazo de su vida. Llegó de su Rosario natal con una mano atrás y otra adelante; vivió

 un tiempo en la casa de un amigo hasta que se mudó a

una sala de ensayo que él mismo ayudó a reconstruir. Se autodefine como "Ave Fénix, un escorpiano de manual" y agrega con orgullo: "Cuando me caí, perdí todo y volví a levantarme. Los escorpianos resurgimos de las cenizas".

Noticias: ¿La remaste mucho para llegar?

Luis Rubio: Muchísimo. Pero nunca me quedé esperando la gran oportunidad. En el medio hice un montón de cosas: radio, un curso, enviaba material a APTRA… Mi viejo nunca llegó a verlo, es lo que más lamento. Me vio nominado para el Martín Fierro, pero no pudo verme cuando lo gané. ¡Mirá que las pasé! Estuve sin laburo y con un hijo recién nacido. Me echaron de un canal rosarino por escupir un carozo de aceituna en cámara. Le llevaron el tape al gerente y me echó. Hoy se lo agradezco, debería ir a buscar ese carozo, porque fue el carozo angular de mi carrera (risas).

Noticias: Y cuando llegaste a Buenos Aires, ¿cómo te recibió la gran ciudad?

Rubio: Primero venía a tomar clases de actuación, ahí empecé a conocer gente de teatro y del rock. Al año siguiente empecé a quedarme y conseguí trabajo: manejaba robots en promociones. Un lavarropas en Boedo, un champú gigante en la presentación de Wellapon… Ganaba buena guita. Vivía en la casa de un amigo que me bancó ese tiempo, en Avellaneda. Después pusieron una sala de ensayo, yo ayudé en la remodelación y me quedaba a dormir. Armábamos shows. Hice de todo y sobreviví porque era joven y tenía un ángel de la guarda. Fue muy duro, pero me tenía confianza.

Noticias: Un humorista, ¿nace o se hace?

Rubio: Es raro… es como que me fui preparando inconscientemente desde que decidí estudiar teatro, leer y ver ciertas películas. Todo me sirvió para algo. Pero también coincidió la vocación con mi aptitud. Muchas veces se cree que por tener vocación de nadador, uno va a ser excelente nadador. A mí me divierte el humor de laboratorio, no me gusta el sketch ni el humor actoral. Lo mejor que tuve en mi carrera es que pude trabajar y escribir lo que a mí me hace reír.

Noticias: Muchos humoristas cuando están fuera de su ámbito suelen ser agrios y malhumorados…

Rubio: Trato de ser normal. Por momentos estoy deprimido, en otros estoy contento y re-hincha pelotas. No soy un tipo serio ni de guardar las formas. Ando boludeando por ahí, en un shopping me pongo a hacer payasadas con mis hijos. Pero soy normal, hago mucha terapia, voy dos veces por semana desde hace seis años y pico.

Noticias: ¿Cómo nació Eber Ludueña?

Rubio: De casualidad. Hacía un micro en TyC, parodiando los programas de cable de los equipos de fútbol, con bajo presupuesto. Ese es otro de mis temas: la escasez de recursos. Si miro las cosas que hice, las que más trascendencia han tenido… Es uno de mis ejes para la creación, aún cuando tenga que producir con más plata, voy a tener que estar disfrazado de pobre.

Noticias: ¿Qué hay de vos en Eber?

Rubio: Me pasan cosas raras con Eber. Soy fan de esa época, tengo figuritas guardadas de los ’80; desde mi niñez, siempre me ha gustado la clase B, la escasez de recursos, la televisión de la época, el hombre de La Atlántida. Eber es un perdedor que alcanza el éxito contando sus fracasos. Pero separo lo profesional… una sola vez me pasó de estar tres días enteros vestidos como Eber y a la noche siguiente, en una función de teatro con (David) Rotemberg, me impresionó verme en el espejo vestido con smoking. Pero también le agradezco mucho a la radio, porque compré mi primera casa, me instalé en Buenos Aires, aprendí un montón de cosas, empecé terapia…

Noticias: ¿Por qué llegaste al diván?

Rubio: Fue el año en que murió mi viejo. Explotó una crisis en mi familia de origen, que no sabía cómo manejar. También me di cuenta de que estaba bueno hablar de cosas que ocupaban mi cabeza, como el trabajo, la familia o alguna pregunta complicada que me hacía mi hijo.

Noticias: Romina, tu mujer, debe haber sido de alguna manera tu sostén…

Rubio: Hizo un montón por la familia y los tres niños (Manuel -12-, Juliana -11-, Romina -9-). Es una genia, los pibes son divinos pero en ellos hay un trabajo tremendo de Romi. Yo desperté tarde, tenía la proa puesta en el trabajo. Después de años de terapia empecé a disfrutar de otras cosas, aunque también me relajé cuando hice el gol, el personaje de ‘Eber Ludueña’. Sabía que lo tenía que hacer, nuestras familias nunca nos han podido ayudar demasiado.

Noticias: La base era humilde…

Rubio: Sí, mi viejo era ferroviario y tenía un taller metalúrgico en el fondo de casa. Era un tipo muy creativo, inventaba cosas: dispositivos raros, cosas que sacaban las fuentes del horno, una parrilla que hacía pescados... Vivía inventando. Un día en la tele me preguntaron de dónde había sacado la creatividad y contesté que en mi familia nadie era así. Mi viejo estuvo un año enojado por lo que dije. Después se murió y nunca pude decirle que en terapia descubrí que él era un creativo y un contador de anécdotas.

Noticias: ¿Tu mujer siempre se quedó cuidando a los chicos?

Rubio: Los primeros años sí, pero después estudió cuatro años Astrología y sabe mucho de eso. Y ahora está estudiando Psicología en la Universidad de Belgrano.

Noticias: ¿Creés en la Astrología?

Rubio: Sí, está buena cuando se estudia en un lugar serio. Es como la Psicología, algunos psicólogos le hacen muy mal a la carrera y algunos astrólogos, también. En los Estados Unidos es una carrera universitaria. Yo soy muy escorpiano, por ejemplo. Cuando leo las características del signo, me doy cuenta de que soy de manual.

Noticias: ¡No me dejes con la intriga! Contame cómo es un escorpiano de manual…

Rubio: La característica de Escorpio es "yo controlo". Y es cierto, hay cierta cuestión mía de tener que saber todo; me cuesta mucho delegar y siempre pienso que yo lo puedo hacer mejor. Soy muy trabajador y algo oscuro, como todo signo de Agua. Es como un agua turbia que no te deja ver qué hay abajo. También aprendí que uno se muestra más socialmente como el Ascendente, que en mi caso es Sagitario. Esto es, parezco más bueno de lo que soy. Como escorpiano soy totalmente vengativo. No me olvido…. Y no tengo apuro, puedo esperar años, ¿eh? Eso es re-escorpiano. Otra característica es la hiper autodestrucción; uno va contra sí mismo, si no lo sabés, podés pasarla mal. También soy un Ave Fénix. No perdía un poco, perdía todo: me peleaba con mi novia, con mi socio, me quedaba sin trabajo y cuando volvía a la casa de mis viejos, también estaba mal con ellos. Y después subía, los escorpianos resurgimos de las cenizas.

Noticias: También dicen que los escorpianos son muy sexuales…

Rubio: Sííí, muy sexópatas (ríe). Tiene que ver con la oscuridad de los pensamientos. Es como una energía… El sexo es un tema para el escorpiano, yo lo he ido perdiendo con los años (ríe). He puesto mi libido en otras cuestiones que también me han dado mucho placer, como edificar mi carrera. Es una energía bastante complicada de seguir.

Por: Mónica Soraci (msoraci@perfil.com.ar)

Fotos: Rosana Schoijett; asistente Mauro Caporali. Agradecimiento: Galería Braga Menéndez; Mauri, Ventimiglia y Capilla.

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