Un disparo certero y un nombre susurrando al morir

04-02-10.- "Me cagaron a tiros en Velez Sarsfield y Felipe Moré", alcanzó a decirle Jorge Peretifilipi a su mujer apenas llegó baleado, la madrugada de ayer, a su casa del barrio Ludueña. Un rato después, su vida se apagaba. Un balazo le había perforado la espalda. Hasta anoche, los pesquisas no habían determinado la motivación del crimen, pero afirmaban que podía tratarse de una venganza. El hombre asesinado tenía prontuario abierto.

Familiares de la víctima le dijeron aLaCapital que ignoraban cómo y por qué se había desencadenado el violento suceso. También dijeron desconocer los motivos que tuvo el agresor para terminar con la vida de Peretifilipi.Desde la investigación policial, sin embargo, remarcaban que el detonante se relaciona con negocios con drogas. Por la tarde la Agrupación de Unidades Especiales (AUE) detuvo a una persona, Luciano G., que quedó bajo arresto por disposición judicial.

El hombre fallecido tenía 32 años y vivía con su esposa, Silvia, y los tres hijos de la pareja de 2, 4 y 6 años en una casa con techo de cinc situada en Junín 2217. Un pequeño patio separa a la propiedad de la vivienda que, en la parte delantera, ocupan los familiares de Peretifilipi. El paisaje lo completan una pequeña bicicleta, una vieja reposera y un espejo clavado en una de las paredes.

A las 3 de ayer, Peretifilipi le anunció a su mujer que iría a comprar cerveza. Se subió a una moto Guerrero de 110 cc. y se marchó. Un rato después, regresó a la casa. Apenas llegó, atravesó un pasillo y se derrumbó mientras de su cuerpo brotaba abundante sangre. La moto también estaba perforada por varios balazos. Malherido, primero balbuceó "me cagaron a tiros en Velez Sarsfield y Felipe Moré" y después dio el seudónimo del hombre que disparó los balazos mortales.

La esposa de Peretifilipi se contactó pidió una ambulancia al Sies, pero cuando llegó el hombre ya había fallecido. Un familiar se quejó, según afirmó, por el retraso de la ambulancia. "Demoraron una hora para llegar", se lamentó el pariente.

Una fuente de la Jefatura señaló que el hecho fue una venganza. "El hombre fallecido había compartido los calabozos de la comisaría 12ª con la persona que está sindicada como el agresor", explicó.

Por la tarde efectivos de AUE arrestaron a un hombre, Luciano G., cuyo nombre coincide con el que Peretifilipi murmuró ante su familia en su agonía. Este hombre aseguró no tener nada que ver en el incidente y la policía manejaba la posibilidad de que el implicado fuera un nombre de idéntico nombre y apellido apodado "Gordo". Pese a que el primero permanecía detenido, el homónimo era buscado.