En medio de una ola de homicios, el ministro de Seguridad dijo que se garantizó la seguridad en el Dakar.
El ministro de Seguridad de Santa Fe, Raúl Lamberto, sorprendió con la respuesta que dio a un medio local cuando era consultado por el incremento de la ola de homicidios durante los primeros 30 días del año: “Hemos garantizado hechos muy importantes, en esta provincia no hubo ninguna persona que haya sido víctima de homicidio en el marco de los saqueos, no ha habido hechos lamentables en el marco del conflicto policial y se ha garantizado el Dakar”
Las declaraciones del Ministro al programa radial “Todos por la Ocho” no sólo las hizo en el marco de un creciente aumento de muertes violentas en lo que va del año, sino también, en una semana cargada de marchas de familiares de víctimas de la inseguridad.
"Estamos viviendo una situación de violencia muy fuerte que está afectando a gente joven, a gente de los barrios", admitió Lamberto quien advirtió que “hay que ver cada caso en particular" y aseguró que la mayoría de las mueres son producto de “disputas entre vecinos, familiares, personas que se conocen entre sí, y en lugares vinculados a la venta de droga".
En la entrevista, Lamberto subrayó dos medidas, la Policía Comunitaria que ya comenzó a trabajar en un barrio santafesino y que próximamente lo hará en barrio Las Flores de Rosrio y el operativo de "saturación" policial en las zonas rojas impulsado luego del crimen del kiosquero Jorge Massin.
Declaraciones polémicas
“Hemos garantizado hechos muy importantes, en esta provincia no hubo ninguna persona que haya sido víctima de homicidio en el marco de los saqueos, no ha habido hechos lamentables en el marco del conflicto policial y se ha garantizado el Dakar” fue la frase que más polémica generó.
Es que los tres episodios aludidos contaron con la activa participación de las fuerzas de seguridad nacionales, tanto gendarmería como policías federales.
Tal como adelantó este medio, durante los cinco días que duró el acuartelamiento de la policía provincial, las fuerzas nacionales fueron las encargadas de patrullar la ciudad y sólo se registraron dos homicidios en los cuales habían participado miembros de la policía santafesina.
Por otra parte, durante los saqueos del año pasado, Rosario también contó con la presencia de gendarmería que sirvió de disuasión y se evitaron daños mayores, diferente a lo ocurrido a fines del 2012 cuando los saqueos dejaron un saldo de 4 muertos y la denuncia de los vecinos asegurando que la policía local había liberado el territorio.
Fuertes cuestionamientos al gobierno en las seccionales céntricas
El lunes pasado se realizó una masiva concentración de vecinos del kiosquero Jorge Massin, que marcharon hacia la Seccional Primera de policías reclamando seguridad y el pronto esclarecimiento del caso.
El asesinato de Jorge, como lo llamaban los vecinos, conmocionó a la opinión pública. Tanto por su dedicación y sencillez como también porque el crimen se produjo en la zona céntrica de la ciudad, que si bien sufre cotidianamente problemas de inseguridad, no se había registrado un hecho tan violento como el que le quitó la vida al kiosquero.
En la marcha, el gobierno provincial fue duramente cuestionado, sobre todo el ministro de seguridad Lamberto y el de Gobierno, Rubén Galassi.
“Hay que marchar a la casa de Lamberto” propuso un vecino a voz alzada, mientras que otro le respondió “está de vacaciones” respuesta que provocó el abucheo de los que participaban de la movilización mientras cantaban “adonde está la policía que nos tiene que cuidar”.
Es la primera vez que el socialismo sufre una movilización tan masiva en su contra en una de las seccionales donde viven la mayoría de sus electores. Ni siquiera con la crisis del 2001, las multitudinarias marchas hacia el Monumento a la Bandera, que comparte la manzana con el edificio de la Municipalidad, fueron objeto de cuestionamientos ni del “que se vayan todos” cuando era intendente el mismo Binner.
Junto a la familia y allegados del comerciante, se sumaron familiares de víctimas por la inseguridad como los padres de Melani, la nena de cinco años que hace diez días murió al recibir un balazo en un enfrentamiento entre bandas en la zona sur de la ciudad y parientes de muchos otros jóvenes más que, munidos de carteles con las fotos de las víctimas, reclamaban justicia y pronto esclarecimiento.
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