Mataron de un disparo en la espalda a un albañil en una venganza en Santa Lucía

Ocurrió en Estudiante Aguilar al 7400. Mauro Salinas, de 19 años, había discutido horas antes con quienes asaltaron a su hermano y esta madrugada lo ejecutaron.

El policlínico San Martín, donde fue trasladado el albañil baleado. (Foto de archivo)

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Un muchacho de 19 años fue asesinado esta madrugada de un disparo en la espalda en barrio Santa Lucía, en la zona oeste de Rosario. La hipótesis más firme que manejaban esta mañana los investigadores era que la víctima fue ejecutada en venganza por una pelea previa que mantuvo con unos jóvenes a los que increpó por un robo.

El homicidio se produjo en un pasillo ubicado en Estudiante Aguilar 7447. La víctima fue identificada como Mauro Salinas quien trabajaba como albañil y murió en el Policlínico San Martín, tras recibir un balazo en la espalda.

Fuentes policiales indicaron a La Capital que el crimen ocurrió después de la 1. Salinas se había reunido anoche con unos amigos para compartir un asado. A esa hora, según declaró uno de los amigos que lo acompañaba, se levantó de la mesa para ir a buscar a una chica. A los pocos minutos, Salinas regresó con la muchacha y ambos se quedaron afuera conversando. Pero poco después se escuchó una detonación de arma de fuego.

Cuando los allegados a Salinas salieron a la calle para ver qué ocurría, se encontraron con Salinas tirado el piso con una herida de bala en la espalda. "Fueron los pibes de 27 y Brasil", fueron las palabras que pudo pronunciar la víctima mientras era asistida por sus amigos.

El muchacho fue trasladado por el dueño de la casa donde se hacía el asado hasta el Policlínico San Martín, donde falleció a poco de ingresar. De acuerdo a lo que pudieron reconstruir los investigadores, ayer al mediodía Salinas mantuvo un serio altercado con un grupo de jóvenes en la zona de Brasil y 27 de Febrero, quienes al parecer habrían asaltado a un hermano de Salinas.

Según esa versión, Salinas, tras enterarse de lo ocurrido con su familiar,  fue a increpar a los supuestos ladrones con los que incluso se habría peleado para reclamar la devolución de lo robado. En base a ese antecedentes y a las palabras que pronunció el albañil antes de descompensarse es que los investigadores califican el hecho como una venganza.