Confesó el autor del crimen de una pareja de jóvenes

"Me siento muy mal, estoy arrepentido, me enceguecí y no era ella. Pido disculpas, pero me hirvió la sangre". Palabras más o menos. Así se dirigió Dardo Ariel B. al juez que lo escuchaba detrás de un escritorio de Tribunales. Después agachó la cabeza y se quebró en un profundo llanto. Tal confesión echó luz en la investigación del crimen del que fueron víctimas Irina Rojas y Fabio Acosta, dos adolescentes baleados la madrugada del 18 de marzo cuando se besaban en Vuelta de Obligado y Gutiérrez, en la zona sur de la ciudad.

Fuentes judiciales aseguraron que, además de los dichos de Dardo, la causa cuenta con varios testimonios y pruebas periciales que la han encaminado a una rápida resolución. En ese sentido, los voceros explicaron que "está clara la mecánica del hecho" y que, acerca del móvil, todo parece indicar que fue un "homicidio por error". Es que el acusado, en su confesión, admitió que "no era ella" (Irina) la destinataria de los balazos que disparó. El objetivo habría sido su propia pareja, quien era amiga de la víctima.

Madrugada trágica. El fatal episodio que le imputan a Dardo ocurrió con las primera luces del domingo 18 de marzo. Alrededor de las 6 de la mañana varios adolescentes terminaban de pasar la noche en una fiesta cuando de pronto arribó al lugar un Fiat Palio. Según relataron los testigos, dos tipos conocidos como Dardo y Pachorra bajaron y al menos uno comenzó a disparar.

Fabio Acosta, de 16 años, recibió cuatro balazos: dos en la espalda, uno en el muslo izquierdo y otro en el brazo derecho. Irina Rojas, de 17, fue alcanzada por un tiro en la espalda. Ambos murieron horas más tarde en el Hospital de Emergencias, adonde habían sido trasladados en vehículos particulares. Además, Tamara R., de 15, fue internada con un balazo en el glúteo derecho en el Hospital Centenario.

Pocas horas más tarde, algunas amigas de Irina contaron a La Capital que la chica había estado un boliche de Ovidio Lagos y Fragata Sarmiento y luego pasó por una fiesta que sus amigos y vecinos estaban haciendo muy cerca de donde la fue a buscar la muerte. "Ella venía de Jumper con otra amiga y se quedó un rato. Después, justo cuando estaba por irse a dormir, apareció el Palio de donde bajaron dos tipos armados", contó una adolescente.

En este sentido, los testimonios coinciden en que Fabio estaba en la esquina, alejado unos metros del lugar de la fiesta y abrazado a Irina, cuando le dispararon. La chica intentó asistirlo y recibió un balazo. De la escena del doble crimen la policía levantó cuatro vainas calibre 11.25 y un nombre: Dardo.

Detenidos. El muchacho, de 27 años, fue apresado tres días más tarde en un departamento de Teniente Sánchez al 4600, en el sudeste rosarino. Allí vivía desde que sus padres lo echaran de su casa "cansados de las tropelías" de su hijo. Es que el muchacho ya había purgado una condena de tres años de prisión y tenía en su haber antecedentes por portación de arma de fuego, robo calificado y lesiones. Además, pendía sobre él un pedido de captura del juzgado de Instrucción Nº 9 por robo calificado.

Fue precisamente en ese juzgado, a cargo de Javier Beltramone, donde Dardo terminó quebrándose, confesando y pidiendo perdón. "Sí, yo les disparé a Irina y a Fabio. Quiero pedirle disculpas a las familias de los dos", dijo el muchacho ante el magistrado tras admitir que se encegueció y que la víctima que buscaba "no era ella".

Además de Dardo, en la causa hay otros dos detenidos. Su hermano, Santiago Ramón B., de 26 años y sin antecedentes penales, quien es propietario del Fiat Palio en el que el acusado se movilizaba la trágica madrugada del hecho y está imputado de encubrimiento. Y Nelson danilo D., de 22 años y apodado Pachorra, quien habría conducido el vehículo al momento del doble crimen.