Ni el Br.Oroño se salva de las cacos

 Arrasan 3 departamentos en un edificio de bulevar Oroño: “Siento una tremenda impotencia. Es una invasión a la intimidad”, se lamentó en el mediodía de ayer Romina Pascheta, una médica de 26 años que el domingo a la tarde llegó a su departamento del tercer piso de un edificio de bulevar Oroño y encontró la evidencia de haber recibido visitas ingratas. De su casa los
ladrones se llevaron una computadora portátil y un equipo de música.
 No fue la única que tropezó con pésimas noticias. Los otros dos departamentos del mismo piso también fueron barridos por los maleantes. Una de las víctimas fue Leandro Lobrauco, jugador de rugby de Atlético del Rosario. Al deportista le robaron un valioso reloj Rolex, otras alhajas y artículos electrónicos.

   Los robos cometidos con la modalidad escruche (cuando los dueños están ausentes) se registraron en el edificio Crisol, un predio de diez pisos situado en Oroño 556. En forma coincidente, los ocupantes de los tres departamentos del tercer piso salieron el domingo a la mañana. Romina Pascheta que ocupa el “B” lo hizo a las 7.45 y regresó a las 19. Apenas llegó, constató que la puerta estaba forzada. Una vez adentro vio el desorden. En medio de papeles y cajones desparramados advirtió que le faltaban una notebook y un equipo de música.

   La chica señaló a este diario que nadie escuchó ni vio nada que le llamara la atención, aunque un vecino aseguraba que cerca de las 16.30 del domingo oyó un “ruido extraño”, pero no observó a los intrusos. Ayer al mediodía, la médica lucía tranquila, pero expresó su lamento por el robo. “Siento una gran impotencia. En este caso no fue como cuando vas por la calle y te roban la cartera. Fue horrible porque se metieron en mi intimidad”, se quejó.

   Los ladrones también recorrieron el departamento “B”. Allí vive Leandro Lobrauco con su esposa.

   El rugbier, de 36 años, se ausentó a las 13 y su mujer tampoco estaba porque había viajado a las Cataratas del Iguazú. Al parecer, el deportista salió para almorzar y regresó unas seis horas después. Cuando faltaban diez minutos para las 7 de la tarde, ingresó al edificio. Subió a su departamento y advirtió un tremendo desarreglo.

   Según fuentes con acceso a la denuncia, le faltaban un reloj Rolex, alhajas, una consola de videojuegos, una filmadora y unos costosos botines que acababa de estrenar en los partidos que disputa con Atlético del Rosario, el club de rugby situado frente al Patio de la Madera. Los ladrones no dejaron pasar la oportunidad para visitar el tercero “A”. Allí vive Nélida T., también ausente hasta la tarde del domingo. La policía no precisó qué se llevaron los ladrones, pero trascendió que robaron joyas.

El acceso. ¿Cómo ingresan los ladrones al edificio? En casos así, en general, por dos vías: o convencen a un consorcista que los deje entrar o se las arreglan para obtener una copia de la llave de la puerta principal.

   Lo concreto es que a las pérdidas que les ocasionaron los atracos, los propietarios asaltados tuvieron que cambiar las cerraduras de las puertas forzadas. Los robos fueron denunciados en la comisaría 3ª.