Una pequeña pieza de pensión

Rita La Salvaje vive en una diminuta pieza de una pensión céntrica. En las paredes laterales se alinean, de un lado la cama de una plaza, la mesita y una silla; del otro, una heladera, el televisor y un aparador. En el resto de los espacios libres hay cajas apiladas donde guarda recuerdos y un ropero donde tiene la ropa colgada con prolijidad, completa el mobiliario. El baño y la cocina son compartidos.

Para vivir en ese pequeño lugar en el mundo paga 550 pesos por mes. Afronta los gastos con una jubilación mínima y un pequeño aporte que recibe. Patricia, una terapeuta del Pami la asiste con afecto. "Sería muy importante conseguirle otro espacio, ella está muy ilusionada, quizás alguien pueda hacer algo al respecto", comentó.