Cómo fueron las últimas horas de la vida de Nora Dalmasso

ASESINATO EN RIO CUARTO : EL CRIMEN EN EL COUNTRY

La empresaria fue hallada en su casona. Qué pasó en la cena en un restorán y en la reunión posterior en la casa de una de sus amigas. El llamado telefónico que nadie respondió y el estrangulamiento.

Sola como nunca antes quedó Nora Dalmasso de Macarrón al terminar lo que con sus amigas habían denominado un "viernes de solteras". Su cuerpo desnudo y estrangulado quedó tirado sobre la cama de su hija menor, con toda su intimidad expuesta. Los signos de excesos estaban aquí y allá, tan marcados que hasta permiten especular con relaciones sexuales mantenidas entre más de dos y en todas sus formas posibles. Saber quién o quiénes la abandonaron allí, sin intentar una mínima asistencia, parece hoy un misterio que sólo podría develarse a partir de las últimas horas de la víctima.

Aquel viernes, Nora tuvo una jornada social intensa en Río Cuarto, como solía ocurrir cuando su marido estaba de viaje. El final llegó de la mano de uno o dos amantes, según la investigación preliminar. Pero lo que en un primer momento parecía el resultado accidental de un juego sexual, ahora podría abrirse a un asesinato cometido con intención, de acuerdo a la autopsia.

Poco más de 24 horas antes de la muerte de Nora, ocurrida en el exclusivo barrio Villa Golf, su esposo se fue de viaje a Punta del Este junto a 15 amigos. El hombre, un reconocido traumatólogo llamado Marcelo Macarrón (47), partió el jueves 23 con el objetivo de participar de un torneo de golf que terminaría ganando. Sus acompañantes eran los maridos de varias amigas de su esposa.

Es por eso que el viernes 24 fue declarado por Nora y sus amigas como "noche de brujas". "Hay que aprovechar el 'viernes de solteras', ya hice la reserva en el restobar", la llamó una de las mujeres para concertar el encuentro.

La lluvia fue el telón de fondo de esa tarde. Nora la pasó en una muestra de pinturas, tal vez sola, tal vez acompañada. Cerca de las 22, llegó en su Volkswagen Bora al lugar de la cita, el restó Alvear 923. Quienes la vieron dicen que lucía espléndida: los ojos azules chispeantes, el maquillaje exacto y la ropa elegida para destacar su figura de gimnasio.

Fueron siete las amigas que se ubicaron en una mesa del entrepiso. Tan sofisticada como siempre, Nora pidió una botella de un vino de Finca La Linda y un "pincho azul": un salteado de pollo con dados de jamón cocinados en salsa de queso azul y crema. "Le agregué cebolla", contó a Clarín el cocinero, un adolescente llamado Esteban Ceballos.

La cena desbordó risas y gritos jocosos. "Se habló mucho de sexo", recordó una asistente. Las chicas estaban contentas. "Norita se acercó a felicitarme por el lugar", dijo a Clarín el dueño del restó, Manuel Julián, quien le envió una botella de champán a la mesa, como atención.

Según los empleados del restorán, las mujeres se fueron a la 1.30, ya en el sábado 25. Nora y algunas más fueron a la casa de Rosario Márquez, en el Villa Golf, a descorchar botellas de Pommery, un champán francés delicado y caro. Planearon la trasnoche y, una hora más tarde, se separaron. Supuestamente, algunas planeaban ver a sus amantes.

Nora se despidió de tres de sus amigas a metros de su propia casa. "No me molesten en todo el fin de semana", avisó, enigmática. Lo que siguió es pura intriga.

Aquella noche, en la zona había tres reuniones de alta sociedad. Dos eran en el barrio de Nora y la tercera, en un chalé del barrio Banda Norte. Esta última era un agasajo al secretario de Seguridad provincial, Alberto Bertea, al que asistió su socio, el abogado Rafael Magnasco. A éste se lo mencionaba como posible amante de la víctima, por lo que esta semana se presentó voluntariamente a hacerse el test de ADN.

Magnasco niega tener alguna relación con Nora, o haberla visto a solas. Lo mismo sostiene otro de sus socios, el legislador Alfonso Mosquera, quien fue apuntado por los rumores pero aquella noche estaba en Punta del Este junto al marido de la víctima y a un íntimo del gobernador José De la Sota, Daniel Lacase.

A las 3, Nora llamó a alguien que no le respondió. Luego, no se sabe a qué hora, le abrió la puerta a una o más personas y tuvo una larga sesión de sexo. El pote de vaselina hallado junto a su cama permitiría descartar que haya sido forzada a algo.

"Por los rastros de semen que tenía, hubo sexo de todas las formas posibles", confió un investigador. En eso se basan las primeras sospechas de que pudo haber tenido más de un amante.

Nora murió asfixiada. Le anudaron el cordón de su bata de seda al cuello, en un posible jugueteo erótico. Pero hubo más. "Yo no descarto la muerte accidental en un momento de pasión amorosa, pero creo que cuando le presionaron el cuello, eso se transformó en mucho más que un juego", dijo a Clarín el fiscal Javier Di Santo, quien sospecha de un homicidio intencional.

Hoy los principales sospechosos son cuatro. "Tres viven en el Villa Golf, algunos son abogados y hay amigos de las más altas autoridades provinciales", señaló una fuente policial a Clarín. Pronto se harán pericias para saber quién fue el que dejó a Nora abandonada en su cama.

INFORME: AGENCIA CORDOBA.